El PNV volvería a ganar las elecciones autonómicas, en las que sumaría mayoría absoluta junto a los socialistas del PSE-EE, sus actuales socio de gobierno, al ser los dos únicos partidos que incrementarían su representación en el Parlamento Vasco, en el que entraría Ciudadanos con un escaño.

Según los datos de la oleada de otoño del Euskobarómetro, el estudio de la opinión pública vasca realizado por la Universidad del País Vasco, el PNV ganaría unas hipotéticas elecciones al Parlamento Vasco celebradas en este momento con un 38,3 % de los votos y un ligero avance, con lo que obtendría 31 escaños, revalidando con tres nuevos parlamentarios la primera posición en los tres territorios.

EH Bildu conservaría la segunda posición, con un 23,1 % de los votos, con lo que mantendría sus 18 escaños, y lograría esa misma posición en Gipuzkoa y Bizkaia, mientras que en Álava se la disputaría al PP.

El PSE-EE podría recuperar la tercera posición, con un 13,5 por ciento de los votos y unos 11 parlamentarios, lo que reforzaría su posición con dos nuevos escaños para revalidar la actual mayoría de gobierno.

Los socialistas asegurarían la tercera posición en Bizkaia y podrían aspirar a ella en Gipuzkoa, pero solo alcanzarían la cuarta en Álava.

Por el contrario, Elkarrerin Podemos empeoraría sus resultados, con un 10,3 por ciento de los votos y unos siete parlamentarios, y cedería al PSE-EE la tercera posición al retroceder en todas las provincias y perder 4 escaños.

También el PP retrocedería en los tres territorios, con un 8,2 por ciento de los votos y unos siete escaños, aunque en Álava podría disputar la segunda posición a EH Bildu, pero en Bizkaia y Gipuzkoa se quedaría en último lugar al perder dos parlamentarios.

El Euskobarómetro prevé que Ciudadanos entre el Parlamento con un escaño por Álava, con un 3 por ciento de los votos.

La participación media estimada se situaría por debajo del 60 por ciento, con pequeñas diferencias por provincias y apuntando a una cierta desmovilización sobre todo del electorado autonomista.

Algo más del 75 por ciento de los entrevistados dicen tener ya definidas sus preferencias, mientras que el 19 por ciento no expresan una intención clara de votar o abstenerse.

Los datos de la encuesta reflejan un panorama electoral "moderadamente volátil", caracterizado por una baja movilización, una elevada fragmentación sobre todo en la izquierda, una erosión de la fidelidad de casi todos los electorados y un nivel de indecisión del 19 por ciento.

Según esta encuesta, el nuevo Parlamento Vasco, con seis partidos representados, tendría una sólida mayoría nacionalista, aunque las fuerzas autonomistas iniciarían una ligera recuperación.

En lo que se refiere a la opinión de los ciudadanos sobre la trayectoria política de los partidos vascos en los últimos meses, solo el PNV obtendría un saldo positivo, de doce puntos, entre los juicios positivos (36 %) y negativos (23,9 %), mientras que para el resto los saldos son negativos.

Frente a la desaprobación de la gestión del anterior Gobierno central presidido por Mariano Rajoy, que rozaba el 90 %, la opinión pública vasca proyecta una menor carga crítica hacia el Ejecutivo de Pedro Sánchez (36 %), mientras que las posiciones favorables alcanzan el 18,3 %, y el escepticismo predomina en cuatro de cada diez vascos (38,1 %).

La sociedad vasca califica con una media de 5,3 la gestión del actual Gobierno Vasco de coalición, una décima menos que en el semestre anterior, pero dos puntos más que hace un año. Esa calificación media es superada entre los votantes del PNV (6,4) y del PSE-EE (5,6).

En cuanto a los líderes políticos, el lehendakari, Iñigo Urkullu, obtiene la primera posición (4,8), seguido del presidente del PNV, Andoni Ortuzar (4,3), y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias (4).

La encuesta, dirigida por Francisco Llera, fue realizada mediante 1.200 entrevistas a domicilio (400 en cada uno de los tres territorios vascos) entre los días 15 de octubre y 9 de noviembre.