Podemos ha culminado su proceso de primarias para las próximas elecciones generales con una participación del 12 por ciento de sus inscritos, tan solo dos puntos por encima del mínimo que el partido había establecido para que fueran válidas.

Según datos ofrecidos por la formación morada, han participado en este proceso un total de 60.038 personas de un total de 498.253 inscritos. Esto supone una participación del 12 por ciento, ligeramente superior al 10 por ciento que Podemos había establecido para que las primarias no fueran invalidadas.

Para conseguir este objetivo, la dirección del partido lleva días volcada en llamamientos a la participación. Este mismo jueves, unas horas antes de que finalizara el plazo de votación, el propio Pablo Iglesias auguró una "participación buena" pese a la escasa competividad --él es el único candidato al Palacio de la Moncloa--.

Pese a haber logrado superar el mínimo, el porcentaje de participación es inferior al alcanzado en las primarias para las anteriores elecciones generales, en 2015, cuando fue superior al 15 por ciento. Aunque entonces votaron menos personas (59.820), también el censo del partido era menor y por eso el porcentaje fue superior.

POCO COMPETITIVAS

Los resultados de las primarias no se conocerán hasta, previsiblemente, este sábado. Sin embargo, es seguro que el candidato a la Presidencia del Gobierno será Iglesias porque fue el único aspirante que logró los avales necesarios para llegar a la fase final del proceso.

Además, se presentó a ellas con una lista compuesta principalmente por sus afines después de haber decidido impulsar el proceso con carácter de urgencia con el objetivo de estar preparados para un posible adelanto electoral.

No obstante, esta decisión no gustó a todos los sectores, al considerar la decisión precipitada e innecesaria. En consecuencia, los anticapitalistas --la corriente más a la izquierda de Podemos-- decidieron quedarse fuera de estas primarias, tras pedir sin éxito que se paralizaran, por los malos resultados en Andalucía.

También se desmarcaron del proceso los llamados ''errejonistas'', los simpatizantes del exnúmero dos Íñigo Errejón, muchos de ellos centrados ahora en arropar la candidatura del todavía diputado para las elecciones autonómicas de la Comunidad de Madrid o en sus respectivos territorios.

PENDIENTE DE LAS NEGOCIACIONES

Con ello, la mayoría de los candidatos apoyaron a Iglesias en la II Asamblea de Vistalegre de 2017. La diputada Ángela Ballester es una de las pocas afines a Errejón que aspira a revalidar su escaño por Valencia en el Congreso en estas primarias y no figura en la lista del secretario general.

En todo caso, los resultados de estas primarias no determinarán la composición definitiva de las listas, ya estás dependerán de las negociaciones que lleve a cabo Podeos con sus socios de confluencia --IU, En Comú, En Marea y Equo--, además de la posible incorporación de independientes de prestigio.