Emily Sini, refugiada procedente de Nigeria rescatada por el Aquarius, ha enviado un mensaje al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, diciéndole que no le van a decepcionar después de que diera la orden de que el barco de salvamento atracase en España y que los migrantes como ella, ahora acogida por CEAR en Valencia, contribuirán al crecimiento económico de este país.

Lo ha defendido este martes ante la exalcaldesa de la ciudad italiana de Lampedusa y Premio Unesco por la Paz 2016 Giuseppina Nicolini. Participan en la Caja de Música de CentroCentro en el diálogo por el Día del Migrante ''Ilegal es dejarles morir'', organizado por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y la tercera tenencia de alcalde.

Sini llegó a España a bordo del Aquarius el 17 de julio. Era el colofón de una historia personal que arranca en Nigeria, de donde huyó por ser víctima de violencia machista y estar su vida amenazada. Corrió por el desierto hasta llegar a Libia en 2012, donde comenzó otro "infierno" que, como reconocía, no es fácil de contar. "Era una vida sin vida, nadie querría vivirla", ha asegurado.

En Libia, según su relato, muchas mujeres son prostituidas, otras han sufrido violencia sexual, como fue su caso. "Volviendo del trabajo vi a una señora cómo la violaron hasta matarla, vi que era africana. Pero a nadie le importa, ni a la policía", ha relatado. Sus pocas pertenencias que tenía le fueron robadas por su casero en Trípoli. La contestación de la policía fue que se fuera si apreciaba su vida.

Sola, sin nada, la única solución viable que vería era el suicidio. "Allí la vida no vale nada", ha relatado mientras se quedaba atascada en Libia. Optó por "un viaje desesperado a Europa". En el barco que hizo aguas algunos de sus compañeros llevaban en el bolsillo información para identificarles por si les encontraban cadáveres.

En la mitad del mar vieron que no podían ir a ninguna parte porque "ningún país" les invitaba a entrar, ni Italia ni Alemania. La solución vino del Aquarius y de España. Antes se planteó devolverles a Libia. "Yo habría preferido ahogarme en el mar", confiesa.

Sini tiene un mensaje para "racistas y xenófobos". "Que no nos vean como ilegales porque lo que vivimos en África es más doloroso que cruzar el mar. No importa las guerras que haya, si África sigue así habrá que derribar los muros de las naciones porque todo el mundo merece vivir una buena vida, no una en la que se violan los derechos", ha lanzado.