Desde esta medianoche está en vigor Madrid Central, un área de 472 hectáreas por la que solo pueden circular los residentes, sus invitados (un máximo de 20 al mes), los coches con etiqueta Cero Emisiones y Eco y los vehículos B y C que acudan a un aparcamiento público, además de suministros y prestadores de servicios, entre otros.

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid descartó ayer, jueves, un recurso de Automovilistas Europeos que pedía la suspensión cautelarísima de Madrid Central, por lo que finalmente la medida estrella de Manuela Carmena ha arrancado según lo previsto, aunque deberá superar los recursos interpuestos por el grupo municipal del PP y por el Gobierno autonómico de Ángel Garrido, que el TSJM tratará la semana próxima.

En una resolución adoptada este jueves, el TSJM rechaza la pretensión de Automovilistas Europeos, pero no anticipa en modo alguno ni prejuzga ni es antecedente de otras resoluciones que pudieran dictarse en otros procedimientos y en los que se utilizan argumentos distintos a los esgrimidos en la solicitud, según han indicado fuentes del Tribunal Superior.

A este área de bajas emisiones y prioridad residencial, cuyo perímetro está señalizado con una doble línea roja además de con señales verticales, se han opuesto frontalmente el Gobierno autonómico, el PP, Ciudadanos, comerciantes o empresarios, mientras que el PSOE-M ha dado un giro al pedir el retraso de una medida cuya demora había criticado el grupo municipal socialista.

Madrid Central arranca esta noche en periodo informativo y de pruebas, con una primera fase en la que no habrá multas ni controles de acceso, sino controles aleatorios por parte de agentes que informarán de los criterios de circulación.

En un segundo período, durante enero y febrero, funcionarán ya las comprobaciones automáticas -cámaras y cruces de matrículas- y el Ayuntamiento comunicará con cartas los incumplimientos, pero las sanciones económicas -de 90 euros o 45 con pronto pago- no llegarán hasta el mes de marzo.

También se retrasarán los paneles informativos que indicarán el grado de la ocupación de los aparcamientos, aunque el Ejecutivo de Ahora Madrid subraya que los vehículos de no residentes con matrículas B y C lo tendrán más fácil aparcar que con las áreas de prioridad residencial que funcionaban hasta ahora, pues la oferta es de 9.000 plazas en todo Madrid Central.

A día de hoy no es obligatorio portar los distintivos ambientales de la Dirección General de Tráfico (DGT) que orientan las diferentes limitaciones, como sí ocurrirá a partir del 24 de abril, aunque el Consistorio recomienda llevarlos ya sobre el parabrisas. En todo caso el Ayuntamiento de Madrid comprueba de forma automática -cruzando matrículas- y no con las pegatinas si un vehículo puede acceder.

Para el Gobierno de Manuela Carmena hoy se vive un día histórico. "Es un momento que califico de histórico porque Madrid Central es una medida que pone la salud en el centro de las políticas públicas", aseguró ayer la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés.

En la mañana de este viernes la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, presenta el arranque de su zona de bajas emisiones con un paseo por Gran Vía desde Callao hasta la plaza de Pedro Zerolo en el que le acompañarán la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, el titular de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo y el responsable de Economía y Hacienda y del distrito Centro, Jorge García Castaño.

El Ayuntamiento ha instalado ya las cámaras que vigilarán el perímetro de este área de 472 hectáreas, señalizado con una doble línea roja, la Policía Municipal cuenta con un dispositivo de control aleatorio y de información coordinado con las actuaciones por la navidad y este viernes informadores a pie y un autobús aclararán a los madrileños sus dudas y repartirán 6.000 folletos.

El Ayuntamiento evaluará de forma continuada si esta medida permite reducir en un 40 % las emisiones contaminantes y mejorar así la salud de la ciudadanía, como está previsto.