El acto de España Ciudadana ayer en Alsasua sigue enfrentando a los diferentes partidos y, mientras el líder de Cs, Albert Rivera, ha exigido el cese del portavoz socialista en el Senado, Ander Gil, por decir que fueron allí a "agitar el odio", el Gobierno ha pedido evitar actos que puedan generar "crispación".

Rivera ha cargado contra el Gobierno de Pedro Sánchez y el PSOE por "condenar la democracia y no la violencia" y ha tachado de "inaceptable" que un dirigente de un partido que se tilda de constitucionalista "confunda a víctimas y verdugos".

A su juicio, Ander Gil se dedicó a atacar a los demócratas y no empleó "ni una sola palabra" contra los violentos.

Desde el Gobierno, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha defendido el derecho de manifestación y ha calificado de "energúmenos" y "salvajes" a los que atacaron con piedras a los manifestantes, aunque al mismo tiempo cree que la misma defensa de la Guardia Civil y de la españolidad de Alsasua podía haberse realizado en "otro formato".

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha ido más allá al afirmar que no es "aceptable" que un partido político quiera utilizar a la Guardia Civil "para romper la convivencia" organizando actos que se supone son de homenaje, pero se convierten en "actos de crispación".

"El acto tenía una finalidad claramente partidista: uno sabe a lo que va y lo que busca", ha dicho Robles, que opina que, si Ciudadanos "de verdad" pensara en la Guardia Civil, no convocaría ese tipo de actos.

En esta misma línea, el ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, se ha preguntado qué propósito tenía Ciudadanos para organizar ese acto en un lugar "donde se sabía que se iba a producir una reacción de los extremistas".

A su juicio, si el objetivo era realmente el de apoyar a la Guardia Civil, podría haberse realizado con menos "protagonismo" y más "discreción".

También ha defendido al portavoz de su partido en el Senado y ha recordado que quienes han arremetido contra Ander Gil "nunca tuvieron que mirar por la mañana bajo su coche" o despedir a un compañero en un funeral.

Entretanto, desde el PP Pablo Casado convocará la semana que viene al resto de partidos constitucionalistas, salvo el PSOE, a una reunión en defensa de la unidad de España y de la Constitución.

"Tenemos la obligación de ir juntos, no solo en la calle, también en las instituciones", ha avanzado el número dos del PP, Teodoro García Egea.

Tras el "acoso" que -ha denunciado- sufrieron ayer los constitucionalistas en Alsasua, García Egea ha pedido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que elija entre defender la unidad de España o seguir dando "bandazos" junto a los "secesionistas y los populistas".

Su compañero de partido, Ignacio Cosidó, ha criticado al PSOE por no haber estado en Alsasua junto al resto de formaciones constitucionalistas y por mostrarse "más del lado" de los que les increpaban, los "batasunos" y los que quieren "romper" España.

Otro de los partidos que asistió a la convocatoria fue Vox, que ha criticado tanto al ministro del Interior como al portavoz del PSOE en el Senado, Ander Gil, que ayer acusó al PP, Ciudadanos y Vox de "avivar los conflictos, no fomentar la convivencia y fomentar el agravio entre españoles".

En el otro extremo, el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, ha acusado a Ciudadanos de echar "gasolina" a los conflictos, ya sea en Navarra o Cataluña, "buscando un puñado de votos".

Echenique ha recalcado que, a diferencia de Rivera, Podemos intenta solucionar los conflictos y bajar la tensión.

División que se ha reflejado también hoy en el Parlamento de Navarra, que ha rechazado, con los votos en contra de Geroa Bai, EH Bildu, Podemos-Orain Bai e Izquierda-Ezkerra, una declaración del PP que condenaba los "insultos, amenazas y lanzamiento objetos" a los asistentes al acto de Alsasua.

Manifestación apoyada por la asociación Dignidad y Justicia, que agradecido la convocatoria y ha mostrado su decepción por la ausencia de Covite y el PSOE, "que prefiere apoyar a Bildu-ETA por investir al Gobierno".

En esta línea, la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo (FVT), Marimar Blanco, ha instado al portavoz socialista en el Senado a que se disculpe por sus manifestaciones al entender que contribuyen al "blanqueamiento" de la imagen de ETA.