El análisis de los flujos de sedimentos en el torrente que atraviesa Sant Llorenç y Son Carrió permite a los equipos de búsqueda centrarse en las zonas en las que es más probable encontrar el cuerpo de Arthur, el niño de 5 años desaparecido en la riada del Levante de Mallorca.

Un científico del Instituto Geológico y Minero de España acompaña a los responsables de la Guardia Civil que dirigen el rastreo, que continúa hoy con unos 300 efectivos entre Sant Llorenç y la desembocadura del torrente en S''Illot, un tramo de una decena de kilómetro.

Fuentes del operativo han explicado que, dada la falta de resultados de la búsqueda que se lleva a cabo desde el pasado miércoles en el cauce y sus márgenes, el análisis científico permite acentuar los trabajos en espacios donde hay una gran acumulación de sedimentos de tierra y piedras, así como de residuos vegetales arrastrados por la torrentada.

Las recreación de los científicos tiene en cuenta la conformación del torrente, los sedimentos dejados por la riada y los punto en que han sido halladas algunas de las 12 víctimas mortales confirmadas de la catástrofe.

La víctima arrastrada desde Sant Llorenç cuyo cuerpo llegó más abajo en el torrente se encontró a unos 500 metros de Son Carrió en el tramo entre este núcleo y S''Illot, la madre de Arthur apareció en Son Carrió y la hermana superviviente fue arrastrada a medio kilómetro de Sant Llorenç.

El director general de Emergencias, Pere Perelló, ha explicado esta mañana que hoy se completará el rastreo en los últimos de los 10 puntos de búsqueda fijados ayer y se añadirán nuevas zonas donde se removerán sedimentos y residuos para tratar de localizar el cuerpo, siempre con la asistencia de perros especializados en la localización de víctimas.

Fuentes del dispositivo han indicado que la prioridad hoy se fija en unos nueve puntos del cauce y su entorno. Según Perelló se incidirá en el tramo entre Son Carrió y Sant Llorenç.

Además, en la costa y en las primeras millas marítimas frente a la desembocadura continúan buscando el cuerpo del niño buzos de la Guardia Civil, bomberos y efectivos de la Unidad Militar de Emergencias, así como embarcaciones de la Guardia Civil y Salvamento Marítimo.

En las tareas de reconstrucción de los inmuebles e infraestructuras afectados trabajan un centenar de efectivos oficiales y unos 40 voluntarios.

En paralelo, las administraciones municipales y autonómica continúan recabando información de los afectados para recopilar información de daños materiales de cara a la tramitación de las ayudas del Govern balear y el ejecutivo central.