Los embajadores son los altos cargos que, en general, cuentan con más patrimonio, según han declarado, aunque ninguno de ellos alcanza los 50 millones que dice tener en bienes inmobiliarios y activos financieros el exsecretario de Estado de Defensa Pedro Argüelles, que acumula una deuda de 20 millones.

Las 715 páginas que el Boletín Oficial del Estado (BOE) dedica a las declaraciones patrimoniales de más de 1.000 altos cargos y excargos recogen los datos de todos los representantes diplomáticos de España en el exterior, entre ellos el de Corea, Gonzalo Ortiz Díez-Tortosa, que refiere alrededor de 25 millones en distintos activos.

Otros casos de embajadores sobresalen en la lectura de esas páginas, más que nada por las cantidades de siete cifras, como de las que da cuenta la embajadora en Alemania, que acumula solo en acciones 7 millones y en bienes inmuebles 1,28 millones.

Frente a estos números, también destacan, pero por su pequeño tamaño, los de la actual presidenta del Consejo de la Juventud de España, Julia Chica, que solo ha rellenado la casilla de los ahorros y tiene, según su declaración, 600 euros.

Igual va en el cargo, porque en la casilla de su antecesor, Héctor Sanz, también aparecen en blanco los epígrafes de bienes inmuebles, acciones o participaciones o seguros de vida.

Incluso de la pasivos, o sea, las deudas. Un total de 3.780 euros figuran en el capítulo de cuentas corrientes y ahorro.

Nada que ver, por tanto, con otros patrimonios que sobresalen a simple vista, como el de la exsecretaria de Estado de Educación Montserrat Gomendio, a quien la suma de sus activos declarados arroja un total de 13,4 millones de euros.