El Gobierno de Marruecos afirmó hoy que la expulsión desde España la pasada semana de 116 emigrantes subsaharianos, devueltos desde Ceuta a territorio marroquí, es "un mensaje fuerte a las redes de emigración clandestina".

El portavoz del Ejecutivo de Rabat, Mustafa Jalfi, dijo en rueda de prensa que para Marruecos "la aceptación de la medida de readmisión (se hace) para intensificar la lucha contra las redes de emigración ilegal".

Según Jalfi, el "mensaje" dirigido a esas bandas con la expulsión de los inmigrantes y su entrega a Marruecos es que "lo que estas redes hacen tiene consecuencias".

Sin embargo, se negó a precisar si el acuerdo de readmisión firmado por España y Marruecos en 1992 para regular la expulsión de emigrantes hacia Marruecos se va a activar de forma regular o sistemática desde ahora, ni bajo qué criterios.

El Gobierno español ha dicho en los últimos días que ese acuerdo se activará cuando se produzcan asaltos violentos, pero el portavoz marroquí se negó a precisar este extremo.

En dos ocasiones el portavoz dejó claro que la medida tomada la pasada semana se hizo "independientemente del marco jurídico", con lo que dio a entender que no tiene relación directa con el acuerdo de 1992.