El Gobierno de Marruecos "siempre ha rechazado y rechaza" la idea de centros de internamiento para emigrantes extranjeros en su territorio, dijo hoy el ministro marroquí de Exteriores, Naser Burita, en comparecencia conjunta con su homólogo español, Josep Borrell.

Burita consideró que este problema debe plantearse "lejos de soluciones fáciles y mecanismos contraproducentes", en alusión a esos centros que son actualmente discutidos en Bruselas a propuesta del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.

El ministro no respondió a la pregunta de si la cuestión de los centros de internamiento había sido evocada durante su reunión con Borrell, pero sí puso como ejemplo la cooperación hispano-marroquí en materia migratoria "porque trata la cuestión en su globalidad, lejos de soluciones fáciles y de mecanismos contraproducentes".

Añadió que la inmigración, al igual que otros temas como la lucha contra el yihadismo serán discutidos de nuevo esta tarde entre los ministros de Interior de ambos países, el marroquí Abdeluafi Laftit y el español Fernando Grande-Marlaska, "en el marco de un espíritu de partenariado".

La creación de centros de internamiento en los países del sur del Mediterráneo ha sido una de las ideas más debatidas estos días entre los líderes europeos como solución urgente a la crisis migratoria, estando entre sus principales defensores el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.

Marruecos, que ya ha recibido propuestas en el pasado para acoger a emigrantes que se encuentren en situación irregular en Europa, sean o no marroquíes, siempre ha mostrado sus reticencias, aunque nunca lo había expresado con tanta rotundidad como hoy.