El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se reunirá este jueves en Rabat con su homólogo marroquí, Abdeluafi Laftit, en pleno debate sobre la política migratoria escenificado en la minicumbre europea de este fin de semana, que contó con la asistencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, así como el incremento de pateras en el Estrecho de Gibraltar.

Preservar el enfoque europeo para gestionar la política migratoria y la colaboración "indispensable" con Marruecos son los dos puntos principales que se abordarán en la reunión fijada para este jueves, según han explicado a Europa Press fuentes del Ministerio del Interior.

La reunión en Rabat se ha cerrado coincidiendo con el primer viaje oficial de Pedro Sánchez, un encuentro el fin de semana preparatorio de la cumbre europea que se celebrará el próximo jueves y viernes, para cuando el presidente del Gobierno espera que se halle una solución que satisfaga a todos, habida cuenta de la disparidad de criterios y de las posiciones enfrentadas, especialmente en países como Italia y Alemania.

Sobre la mesa de los líderes europeos espera la propuesta del presidente de Francia, Emmanuel Macron, de crear "centros cerrados" en puertos europeos para tramitar las solicitudes de asilo. El Gobierno español prefiere la expresión "centros controlados".

"Intentaremos no sólo respetar los Derechos Humanos de los migrantes que llegan a las costas, sino sobre todo trasladar una política migratoria responsable, controlada, que haga frente a la realidad del conjunto de la UE", defendió Sánchez este fin de semana.

EL DOBLE DE MIGRANTES RESCATADOS EN EL MAR

Una de las primeras medidas del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez fue acoger en el Puerto de Valencia a las 629 personas del barco Aquarius que fue rechazado por Italia. Ese mismo fin de semana llegaron a las costas del sur de España más de mil personas, atendidas en algunos casos en instalaciones improvisadas como polideportivos. En las últimas 24 horas, Salvamento Marítimo ha rescatado a 388 personas en 17 pateras en el Estrecho de Gibraltar.

Marruecos es, por su cercanía a España y la posición geográfica de Ceuta y Melilla, el socio preferente en materia migratoria. Pedro Sánchez no ha podido realizar su primer viaje al país vecino por problemas de agenda del Rey de Marruecos, aunque sí ha sido la primera opción en el caso del ministro del Interior.

Según los datos oficiales del Ministerio del Interior, desde el 1 de enero al 15 de junio de 2018 han llegado por vía marítima a España 10.746 migrantes, el doble que en el mismo periodo de 2017. En lo que va de año se han rescatado a personas que viajaban en 463 embarcaciones, cuando un año atrás se contabilizaron 243.

En Ceuta se han rescatado a 253 personas, frente a las 59 del año anterior; y en Melilla a 411, frente a las 123 en 2017. Por vía terrestre, han accedido a Melilla 2.241 personas (597 más), aunque en Ceuta ha descendido hasta los 455 (752 menos que en 2017). En total, Interior ha contabilizado 13.442 entradas de migrantes irregulares (fueron 8.220 en 2017) por todas las vías terrestres y marítimas, incluyendo Islas Baleares y Canarias, que también han registrado un ascenso.

"SEGURIDAD CON HUMANIDAD"

El Ejecutivo se ha mostrado partidario de revisar la política migratoria. El propio Grande-Marlaska abogó por eliminar las concertinas en las vallas de Ceuta y Melilla. Desde que tomó posesión de la cartera, una de sus frases más repetidas es que "seguridad y humanidad deben ser plenamente compatibles".

"Vivimos en el siglo XXI y se está estudiando alternativas porque, no obviando el trabajo excelente de la Guardia Civil y de los miembros de la Policía Nacional, existen métodos efectivos seguros y los vamos a encontrar", dijo el ministro del Interior en una entrevista televisiva a propósito las concertinas, insistiendo en su política basada en "seguridad con humanidad".

Este lunes, el ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, ha afirmado que España "tiene que manifestar una visión humanitaria respetuosa", pero no "constituirse en la organización de salvamento marítimo de Europa".

Sindicatos policiales y asociaciones de guardias civiles han respaldado la eliminación de las concertinas, pero mostrando matices sobre otros aspectos como las llamadas ''devoluciones en caliente'' y advirtiendo, además, de que este tipo de anuncios pueden ser contraproducentes para gestionar la llegada de migrantes si no se acompañan de otras medidas: creen que hacen falta otros "elementos de disuasión" y reclaman más agentes en frontera, drones o cámaras detectoras de movimientos de anticipación.

En cuanto a las llamadas devoluciones en caliente en las fronteras de Ceuta y Melilla, Grande-Marlaska se ha comprometido en sus primeros días a "estudiarlas jurídicamente y sacar una conclusión efectiva". El ministro ha garantizado que revisará este asunto "con la seguridad y urgencia que cada cuestión pueda requerir".

El ministro de Interior ha reclamado una política migratoria común por parte de Bruselas porque "las fronteras son de la Unión Europea". "A un problema común, solución común y solidaridad", ha dicho.

En este sentido, se ha mostrado partidario de establecer cuotas a los países miembros para el acogimiento de personas migrantes que "determinen la solidaridad". También ha reiterado la necesidad de actuar en los países de origen y tránsito y ha alabado el trabajo de los cuerpos de seguridad del Estado en materia de inmigración. "España es uno de los países más avanzados, se está trabajando de una forma muy efectiva", ha asegurado.