La protesta en Pamplona contra la decisión de la Audiencia de Navarra de dejar en libertad provisional bajo fianza a los miembros de ''La Manada'' ha concluido sobre las ocho de la tarde con una cadena humana que ha rodeado el Palacio de Justicia.

Antes, una multitud de personas se ha concentrado en la plaza Consistorial de Pamplona para expresar su rechazo a la decisión judicial, en una protesta en la que se han escuchado gritos como ''No es no, lo demás es violación'', ''Esta justicia es una mierda'' o ''No los queremos en San Fermín''.

A esta concentración han acudido la consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales del Gobierno de Navarra, Ana Ollo; la directora del Instituto Navarro para la Igualdad, Mertxe Leranoz, el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, así como representantes de Geroa Bai, EH Bildu, Podemos, PSN, Izquierda-Ezkerra y Aranzadi.

Desde allí, los manifestantes se han trasladado hasta el Palacio de Justicia con una pancarta en la que se leía ''Ez dago gure hitza epaituko duenik (no hay quien juzgue nuestra palabra). No es abuso, es agresión. Nosotras te creemos''. Durante la marcha han coreado consignas como ''Basta ya de justicia patriarcal'' y ''Gora borroka feminista'' (''Viva la lucha feminista'').

Ya en el Palacio de Justicia, los manifestantes han rodeado el edificio con una cadena humana y han finalizado la protesta con una ronda de aplausos.

Se repiten así las movilizaciones que ya se registraron en la capital navarra el pasado mes de abril, cuando el tribunal condenó a los acusados por un delito de abuso sexual pero los absolvió del de agresión sexual.

Durante la protesta de este jueves, Amaia Zufia, en representación del Movimiento Feminista de Pamplona, ha dado lectura a un manifiesto en el que se señala que "la justicia patriarcal vuelve a golpearnos de manera contundente" y se explica que se vuelven a convocar movilizaciones "producto de la rabia que nos genera este caso".

Asimismo, el colectivo feminista ha calificado la decisión judicial como "una burla a todas las mujeres" que "refleja que la seguridad de las mujeres no es una prioridad para el sistema judicial".

En dicho manifiesto, se exigen "apuestas institucionales y medidas valientes, el compromiso de todos los agentes políticos y sociales, y la ruptura de los pactos patriarcales que lo atraviesan todo".