La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, ha defendido hoy una educación inclusiva, que no abandone a ningún alumno, en centros públicos pero también concertados, y con una enseñanza bilingüe y trilingüe, "cultivadora" de las lenguas cooficiales y signo de la diversidad de España.

Lo ha dicho al tomar la cartera de su nuevo cargo de mano de su antecesor, Íñigo Méndez de Vigo, quien le ha deseado mucha suerte en un puesto que, ha resaltado, es un "grandísimo privilegio".

Méndez de Vigo también ha dicho a Celaá que ha sido un defensor del pacto y que lo seguirá siendo, a lo que la nueva ministra ha contestado: "hoy la ciudadanía nos reclama pactar" en todo lo que nos reconocemos, a pesar de "las legítimas ideologías".

Celaá ha asegurado que "trabajará con todos" y buscará "sin descanso" los objetivos marcados; por ello "quiere mejorar las condiciones de diálogo para alcanzar ese acuerdo que la sociedad nos demanda".

"Necesitamos estabilizar y serenar la educación para que las familias estén orgullosas del sistema educativo", ha apuntado.

Ha evocado a diversas personalidades en su discurso, como a Obama, para recalcar: "mantengamos la audacia de la esperanza".

Isabel Celaá ha hecho hincapié en la Formación Profesional, que quiere elevarla a "marca España" y que sus estudiantes "se sientan competitivos y excelentes" y las empresas "se abran" a este tipo de enseñanza.

La también portavoz del Gobierno ha asegurado que se va a mantener "con todo respeto" el objetivo comprometido para educación en los Presupuestos Generales del Estado para 2018.

Asimismo, ha recordado que vivimos en un sistema autonómico y cree que "tenemos que hacer el trabajo sabiendo que hay que contar con las autonomías para lograrlo".

Por ello ha defendido las lenguas autonómicas -"son bienvenidas"- como "cauce de pensamiento y sentimiento".

Para Celaá la educación es "la primera herramienta para la igualdad" y hay que cuidar el desarrollo de las capacidades de cada persona y que nadie "quede abandonado a su suerte".

Y si ha afirmado que la educación pública es "garantía de universalidad", a la concertada ha manifestado que se le debe exigir calidad y que atienda a las "realidades de escolarización en colaboración con la pública".

Calidad, excelencia y equidad van a definir también el sistema educativo para el que trabajará la nueva ministra.

Celaá ha reconocido que asumía el Ministerio con "sencillez, orgullo y honor" y ha añadido: "miles de jóvenes nos están esperando ahí fuera".

Por su lado, Méndez de Vigo ha asegurado que en los casi tres años al frente de esta cartera ha llevado "certidumbre y seguridades" al sistema educativo, ha reconocido que "quedan cosas por hacer" y ha terminado subrayando que va a seguir siendo defensor del pacto educativo.