La operación a la que se ha sometido esta mañana el Rey Juan Carlos para sustituirle la prótesis artificial que le fue implantada en la rodilla derecha hace siete años ha concluido con éxito, según ha informado el Hospital Universitario La Moraleja, donde ha sido intervenido.

"La intervención, que ha durado 90 minutos, se ha desarrollado con total normalidad y el resultado ha sido plenamente satisfactorio", se explica en un comunicado facilitado por este centro sanitario privado.

La nota explica que la operación, a cargo de un equipo encabezado por el jefe del servicio de Traumatología del hospital, Primitivo Gómez Cardero, pretendía "restaurar la alineación anatómica y mejorar la estabilidad de la rodilla y la función articular".

Una vez reemplazada la prótesis, don Juan Carlos, que cumplió 80 años el pasado 5 de enero, permanecerá 24 horas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) "para su control postoperatorio", concluye el informe.

El facultativo que ha dirigido el equipo encargado de la intervención quirúrgica es especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología.

Don Juan Carlos ha elegido un hospital privado de la compañía Sanitas ubicado en el norte de Madrid para la que ha sido la decimoquinta operación a la que se somete a lo largo de su vida.

A sus puertas se han concentrado numerosos profesionales de los medios de comunicación, principalmente emisoras de televisión, que desde primera hora aguardaban noticias sobre este nuevo paso de don Juan Carlos por el quirófano y que a partir de ahora esperan posibles visitas de miembros de la Familia Real.

Juan Carlos I ingresó esta misma mañana en el centro, al que han acudido el jefe del Servicio Médico de la Casa del Rey, Miguel Fernández Tapia-Ruano; el secretario general de la institución, Domingo Martínez Palomo; y el jefe de la Secretaría del anterior jefe del Estado, Alfonso Sanz Portolés.

La estancia del padre de Felipe VI en el centro sanitario no ha alterado en absoluto la vida hospitalaria, y las visitas a pacientes ingresados, así como la actividad clínica, se desarrollan con absoluta normalidad.

El Servicio de Seguridad de la Casa Real ha desplegado un dispositivo extremadamente discreto, y solo llama la atención la presencia de fotógrafos y cámaras a la entrada del edificio.

Fue en noviembre de 2013 cuando Juan Carlos I entró por última vez en el quirófano, en aquella ocasión para implantarle una prótesis definitiva en la cadera izquierda, después de la infección de la que se le había colocado un año antes.

El cirujano Miquel Cabanela, de la Clínica Mayo de Minnesota, se ocupó de esta intervención al frente de un equipo médico que llevó a cabo su labor en el Hospital Universitario Quirón.

La mayoría de las ocasiones en que el anterior jefe del Estado ha pasado por el quirófano en la última década han sido motivadas por problemas traumatológicos en sus articulaciones, salvo en mayo de 2010, cuando se le extirpó un nódulo en el pulmón derecho en el Hospital Clinic de Barcelona.