El líder de Junts per Catalunya (JxCat), Carles Puigdemont, ha dicho hoy que se equivocó el 10 de octubre al aparcar por sorpresa la declaración unilateral de independencia (DUI) y ha tachado de "siniestro" al exministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba al haber formulado una "amenaza de golpista".

En declaraciones a RAC 1, Puigdemont ha recordado que ese 10 de octubre compareció en el Parlament para anunciar que se "suspendían los efectos" de la DUI, confiando en que así tendería un puente de diálogo con el Gobierno del Estado, pero ha asegurado que fue un error.

A su juicio, fue una decisión de "extrema responsabilidad en ese momento", tomada después de "escuchar a mucha gente" y de "hablar muy directamente con el Gobierno español", que prometía que si se dejaba en suspenso la DUI "se abriría una ventana al diálogo".

Según Puigdemont, "visto desde la distancia, es evidente que el Estado español nunca cumple sus promesas" y que "actuó con una frivolidad, una ligereza y una irresponsabilidad históricas".

"Quizá me equivoqué al no proclamar la república justo en aquel momento", ha afirmado Puigdemont, que se ha mostrado convencido de que las instituciones catalanas habrían podido "defender muy bien la posición", porque, en su opinión, les "avalaba una legitimidad" adquirida el 1-O.

No ha querido valorar las afirmaciones del exconseller Santi Vila en el libro que acaba de publicar, "De héroes y traidores", en el que se explican las tensas horas que precedieron a la DUI aprobada el 27 de octubre después de que Puigdemont barajara ir a elecciones.

Puigdemont ha advertido de que Vila "sólo tiene una parte del relato", ya que "en muchas de las sesiones en las que discutió esta cuestión él no estaba".

"Unos días antes, un ministro del Gobierno español me sugirió a través de un empresario catalán si yo estaba dispuesto a hablar con el presidente Rajoy. Automáticamente dije que sí, pero al cabo de 5 o 10 minutos este mismo ministro comunicó al empresario que su jefe le había dicho que no tenía interés en hablar conmigo", ha relatado.

También ha cargado con dureza contra el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, que el pasado 26 de enero afirmó que "lo que quieren los independentistas es que el Estado les quite a Puigdemont de en medio", se mostró convencido de que "el Estado lo hará, pagará el coste", y añadió: "Ahora lo que estamos discutiendo es cuánto coste pagamos" para que Puigdemont no sea investido president.

En su opinión, "Rubalcaba tiene el alma más negra que el carbón", es "una persona siniestra que se atreve a formular una amenaza que en cualquier Estado democrático habría obligado como mínimo a pedir su comparecencia" en comisión parlamentaria.

Al decir que "están dispuestos a pagar el precio que sea para evitar que yo sea presidente", se ha preguntado, "¿qué está diciendo el señor Rubalcaba desde su experiencia de ministro siniestro? ¿Nos está diciendo que es válido pisotear el Estado de derecho, organizar cuadrillas de gente que imperen al margen de la ley para evitar un objetivo político lícito?".

Para Puigdemont, "debería avergonzar en especial a los socialistas que haya una persona de su responsabilidad" que "se atreva a formular una amenaza de golpista", mientras "pacifistas como Jordi Sànchez, Oriol Junqueras, Jordi Cuixart o Joaquim Forn están en la cárcel".