El Rey Felipe VI ha pedido "no caer en el sesgo de asociar exclusivamente la educación con la empleabilidad", pues afirma que si los jóvenes de la actualidad son formados con el objetivo de que desempeñen un "número limitado de funciones", se verá comprometida su empleabilidad pero también su "integridad".

Así lo ha afirmado este miércoles durante la clausura de la XII cumbre de Cotec Europa, que se ha celebrado en el Palacio Nacional de Mafra (Portugal) y ha presidido junto al presidente de la República de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, y el presidente de la República de Italia, Sergio Mattarella.

"Cuando más falta nos hace la integración de saberes, precisamente para poder comprender y afrontar mejor los cambios en los que estamos inmersos, más debemos hacer frente a la desconexión entre ciencias naturales, ingenierías, humanidades y artes --ha asegurado--. Si formamos a nuestros jóvenes con el único fin de que desempeñen un número limitado de funciones, nos estaremos equivocando, pues comprometeremos su empleabilidad y también su integridad".

Durante su discurso, el rey ha recordado la importancia de las tecnologías en la sociedad y en la empleabilidad del futuro, pero también ha puesto en valor las habilidades humanas para hacer frente a los cambios que están por llegar.

Según ha indicado, la robótica y la inteligencia artificial son "dos realidades que caminan con paso firme e imparable", pero el camino que han de recorrer para "alcanzar su máximo potencial al servicio de las personas no está exento de obstáculos".

En este sentido, ha recordado cómo anteriores periodos de transición tecnológica afectaron en su día al empleo: "La mecanización de las distintas industrias tradicionales generó temporalmente bolsas de precariedad y exclusión, pero el tiempo y el desarrollo a gran escala de la sociedad industrial acabarían corrigiendo en cierta medida esos desajustes".

Para el monarca, el empleo en el último siglo es cada vez más "sofisticado y diverso", lo que ha conducido a una "progresiva especialización de los trabajadores" que, según ha apuntado, es la base de los sistemas educativos actuales, así como de las estrategias clásicas de formación continua.

Sin embargo, Felipe VI considera que en la actualidad esa "especialización extrema que caracterizó al empleo en las primeras sociedades industriales puede no ser la estrategia de adaptación más adecuada para el entorno laboral presente y futuro". Según el monarca, Cotec aconseja "hoy más que nunca promover en todos los niveles educativos el valor de la adaptación al cambio".

REIVINDICACIÓN DE "TALENTOS ACTUALMENTE MARGINADOS"

En cualquier caso, se muestra escéptico sobre la incidencia de las tecnologías en la sociedad del futuro porque el desarrollo de la sociedad digital es "vertiginoso", por lo que "no conviene estimar los escenarios futuros en base a las posibilidades actuales".

"Hemos de reconocer que no sabemos de qué serán capaces las máquinas en el medio plazo, pero sí tenemos una idea aproximada de lo que somos capaces mujeres y hombres", ha añadido, no obstante, el monarca, que califica esto de "buena noticia", ya que permite preparar a la sociedad para esa economía más automatizada y enfocar el sistema educativo en las ventajas competitivas del ser humano.

Así, el rey destaca que "la sociedad 4.0 es una oportunidad para reivindicar y aflorar talentos actualmente marginados o devaluados", como son aquellos relacionados con el cuidado a las personas, el acompañamiento, la motivación o el entretenimiento, profesiones que, según ha apuntado, entroncan con la "naturaleza más humana" y "exigen habilidades difíciles de reproducir por una máquina".

Igualmente, se ha referido a la necesidad futura de profesionales en el ámbito de las ciencias sociales y humanidades. "Sin filosofía, ética, pedagogía, psicología, sociología o antropología y, por supuesto, sin educadores y formadores adecuados, será imposible la transformación social de la que estamos hablando", agrega.

En todo caso, señala que a pesar de que una parte del empleo del futuro consista en profesiones que aún no existen, "lo que marque la diferencia" será, tanto para las actuales como las que se crearán, el "factor humano que pueda añadir cada trabajador individualmente, combinado con una formación adecuada y en permanente actualización". Además, esta diferencia será "mayor" si, según defiende Felipe VI, el ser humano actúa como una "inteligencia colectiva, como una comunidad".

COOPERACIÓN, TRABAJO EN EQUIPO Y LIDERAZGO

En este sentido, considera "importante" reforzar los aspectos de la educación que faciliten la cooperación, el trabajo en equipo o el liderazgo, los cuales también serán "aspectos claves en los perfiles educativos y laborales del futuro".

Para Felipe VI, estas cualidades humanas, que implican una "comprensión profunda de las emociones" y un "dominio de la empatía", desempeñarán además un "papel fundamental en la búsqueda de acuerdos a mayor escala como sociedad" que aseguren un desarrollo tecnológico más justo e inclusivo.

Aun con esto, el monarca ha recordado las "inquietudes e incertidumbres" que suscita en la sociedad los cambios tecnológicos recientes y que están por llegar, mencionando el caso de España, donde según el estudio demoscópico presentado por Cotec hace unos meses, la población se siente "preocupada por el efecto de la tecnología en el aumento de la desigualdad y también por su posible impacto negativo en el empleo".

"Estos datos, y los demás que hemos conocido hoy, nos remiten a un escenario que demanda nuestra atención pero que no justifica en ningún caso posiciones extremas", ha expresado Felipe VI, que ha concluido su discurso afirmando que "hay tiempo para actuar, pero no hay tiempo que perder". "Pongámonos todos ''manos a la obra", ha finalizado.