Miles de personas comenzaron a desfilar hoy en París, esencialmente llegadas del País Vasco, para reclamar al Gobierno francés el fin de lo que consideran el "régimen de excepción" al que están sometidos los presos de ETA.

La manifestación, que debe discurrir entre la estación de Montparnasse y los Inválidos, donde está previsto que haya varios discursos al término, ha recibido un respaldo muy mayoritario de los cargos electos del País Vasco francés, incluidos sus seis parlamentarios y un centenar de los 158 alcaldes.

Los organizadores de esta iniciativa, que partió del colectivo Artesanos de la Paz, esperaban a más de 10.000 personas.

Dos trenes especiales que habían salido de Hendaya, la ciudad vascofrancesa en la frontera con España, llegaron esta mañana a París, al igual que decenas de autocares.

Sus reivindicaciones tienen que ver directamente con la situación de los 62 presos de ETA que están repartidos en una veintena de cárceles de Francia (son en total 305, si se suman los que hay en España), de los cuales 29 están bajo el estatuto conocido como DPS (Detenido Particularmente Señalado), que implica un régimen de seguridad y de restricciones en el interior de la prisión.

Piden, en primer lugar el acercamiento de los presos al País Vasco (aseguran que hay plazas libres en Mont de Marsan y Lannemenzan); que se levante el estatus DPS a prisioneros de la banda; y la posibilidad de la libertad condicional para una quincena, así como la puesta en libertad de los enfermos.

Defienden que se les aplique "el régimen penitenciario común" sobre todo con el argumento de que ETA, con su declaración de octubre de 2011, renunció con carácter definitivo a la lucha armada y, sobre todo, procedió el pasado 8 de abril a una entrega de armas a las autoridades francesas.

Una delegación -en la que está el diputado centrista Vincent Bru, de una de las circunscripciones del País Vasco francés- participa desde el pasado verano en negociaciones con el Ministerio francés de Justicia para obtener cambios en la situación de presos de la banda y ya ha conseguido la suavización del régimen para ocho de ellos.

Los parlamentarios vascofranceses que apoyan la marcha consideran que al final del proceso abierto en octubre de 2011 tendría que producirse la disolución de ETA, aunque consideran que eso no es una condición previa para que el Gobierno francés dé pasos en la situación de los presos.