La huelga general convocada en Cataluña por la Intersindical-CSC y apoyada por partidos y organizaciones independentistas ha tenido escasa repercusión en todos los sectores, excepto en la educación, pero ha complicado mucho la movilidad, con numeros cortes en autopistas, carreteras y vías del AVE y Cercanías.

El paro, convocado en solitario por este sindicato minoritario, es el segundo que vive Cataluña en poco más de un mes y ha tenido un seguimiento "mínimo y residual en la práctica totalidad de sectores económicos", según el Gobierno.

La patronal Foment del Treball, que intentó que la justicia declarara la huelga ilegal, al entender que su motivación era política y no económica ni laboral, ha asegurado que la jornada ha tenido un seguimiento "imperceptible" en Cataluña, mientras que Pimec lo ha situado en poco más del 4,3 % entre las pymes.

El paro, en cambio, ha sido valorado como un "éxito" por la Intersindical-CSC, organización de carácter independentista.

Las grandes empresas de Cataluña, como Seat o Nissan, han operado sin problemas y la mayoría de tiendas, cafeterías y demás comercios de Barcelona han abierto sus puertas con normalidad. La huelga ha tenido un mayor seguimiento en algunas capitales de comarca como Vic, Berga o Manlleu (Barcelona).

Los principales problemas se han producido en la movilidad interurbana a causa de los múltiples cortes de líneas de ferrocarrill y de carreteras que han llevado a cabo grupos de manifestantes en toda Cataluña, integrados principalmente por estudiantes y miembros de los llamados comités de defensa de la república (CDR).

A primera hora de la mañana, varios cientos de personas han invadido las vías del AVE en la estación de Girona y han interrumpido la circulación en este punto durante todo el día. Allí han llegado a instalar mesas plegables y a repartir comida que traían en grandes ollas.

Sobre las 17:00 horas, centenares de manifestantes han hecho lo mismo en la estación de Sants de Barcelona y han bloqueado siete vías, seis del AVE y una de Cercanías.

En Sants, algunos manifestantes exhibían pancartas con lemas como "Libertad presos políticos" y coreaban consignas como "Las calles siempre serán nuestras", en protesta por el encarcelamiento de ocho exconsellers de la Generalitat y de los presidentes de la ANC y Òmnium Cultural.

La situación en la red viaria catalana también ha sido complicada durante toda la jornada, con cortes de circulación de varias horas en vías principales como la AP-7, la A-2, la AP-2, la C-58, la B-20 o la C-32.

Miles de conductores han quedado atrapados por estos cortes y los Mossos d''Esquadra y la Policía Nacional han intervenido en varios puntos para desalojar a algunos de los concentrados.

La huelga, que ha tenido su seguimiento más importante en la educación, especialmente en la universidad, no ha perturbado la normalidad de ambulatorios y hospitales, como tampoco el funcionamiento del Aeropuerto de El Prat ni del Puerto de Barcelona.

Los dos sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, se han desmarcado de esta convocatoria, que ha coincidido con una jornada de movilizaciones para pedir la libertad de los exconsellers del Govern encarcelados y de los líderes de Òmnium y ANC que también se encuentran en prisión, Jordi Ciuxart y Jordi Sànchez.

Tanto por la mañana como por la tarde, miles de personas han salido a la calle en las principales ciudades para reclamar la libertad de los que denominan "presos políticos", coreando consignas como "Fuera los okupas de Palau", "Libertad presos políticos", "Es Puigdemont nuestro presidente" o "Menos dictadura y más justicia".

Los senadores de ERC no han participado hoy en el pleno del Senado para secundar así la huelga general convocada en Cataluña, mientras los del PDeCAT han utilizado la sesión para exigir desde la tribuna la liberación de los "presos políticos".

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha afirmado que el seguimiento ha sido "mínimo" y ha subrayado que el daño generado es "máximo".

La líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, ha asegurado que los paros laborales y cortes de carreteras de hoy perjudican "a los de siempre, a los trabajadores", mientras que el líder del PSC, Miquel Iceta, ha criticado que la huelga "no es el camino más rápido a la prosperidad, sino a la decadencia".