La portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha acusado este viernes a los líderes independentistas, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, de estar jugando "al monopoli" y de haberse "desconectado de la realidad" al no reconocer la fuga de empresas que se está produciendo en Cataluña ante una posible declaración unilateral de independencia.

"Se creen que están jugando al monopoli y está afectando a siete millones y medio personas, que es lo que no han entendido", ha asegurado Arrimadas en una entrevista en ''Los Desayunos'' de TVE, recogida por Europa Press.

Preguntada sobre las declaraciones del vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, en las que ha negado que exista una huida empresarial en Cataluña, la dirigente del partido naranja ha mostrado su sorpresa: "No es un planteamiento racional político, es una fe", ha apostillado.

El banco Sabadell, Oryzon Gernomics y Proclinc han decidido trasladar sus domicilios sociales fuera de la comunidad autónoma. Por su parte, el consejo de administración de CaixaBank se reunirá este viernes de forma extraordinaria para estudiar un posible traslado de su sede social, situada en Barcelona.

También el presidente de la Cámara de Comercio de España y de Freixenet, José Luis Bonet, va a proponer al consejo de administración de su compañía el traslado de sus sede social, aunque ha apuntado que no depende de él: "Depende del consejo, pero desde luego yo lo propondré", según recalcaba en declaraciones a RNE, recogidas por Europa Press.

RIESGO DE NUEVO CONFLICTO SOCIAL

En este sentido, Arrimadas ha llamado a intentar evitar "peores consecuencias", aunque ha matizado que "no solo" se refiere a las económicas: "Pase lo que pase, hay un riesgo de un nuevo conflicto social", ha opinado en declaraciones a Cadena SER, recogidas por Europa Press.

Asimismo, ha afeado a los "partidos constitucionalistas" no haberle ofrecido su apoyo cuando quiso presentar una moción de censura contra el presidente del Puigdemont, recordando que de haber salido adelante se podría haber "ahorrado" los enfrentamientos que se produjeron durante la jornada del 1 de octubre y que "grandes bancos y empresas" estén abandonando Cataluña.

Así, ha señalado los tres requisitos que, a su juicio, necesitaría un nuevo interlocutor "válido" con el que se abra una "nueva etapa" de diálogo y negociación en busca de una solución para el conflicto: que sea elegido por las urnas, que respete a todos los catalanes "piensen lo que piensen" y que sea capaz de negociar. "Yo respeto a los independentistas y a los que se quedaron en su casa preocupados", ha zanjado.