Dos de los principales terroristas que atentaron el pasado 17 de agosto en Barcelona y Cambrils (Tarragona) utilizaron la documentación del joven marroquí detenido el pasado viernes en Vinaroz (Castellón) para comprar los componentes para fabricar el explosivo conocido como "la madre de Satán".

Así lo explica el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu en un auto con el que envía a prisión a Said Ben Iazza, de 24 años y residente en España, por un delito de colaboración con organización terrorista, penado con entre 5 y 10 años de cárcel.

Según han informado fuentes de la Audiencia Nacional, el detenido se ha negado a declarar ante el juez Andreu, que investiga los atentados de Cataluña por los que se encuentran en prisión dos terroristas, Driss Oukabir y Mohammed Houli Chemlal, y que dejó un balance de 16 personas fallecidas y más de 130 heridos.

En el auto de prisión, el juez explica que Said Ben Iazza mantenía relación con "al menos" dos de los principales miembros de la célula yihadista que atentó en Barcelona y Cambrils, Younes Abouyaaqoub -autor del atropello en La Rambla- y Mohamed Hichamy -abatido en la localidad tarraconense-.

Ambos utilizaron la documentación de Said el 12 de julio para comprar 100 litros de peróxido de hidrógeno (agua oxigenada), en un establecimiento de Tortosa (Tarragona), una sustancia fundamental para la confección del explosivo TATP (triperóxido de triacetona), conocido como "la madre de Satán" y usado por el Dáesh en sus atentados en Europa.

Después, Abouyaaqoub trasladó la compra con un coche que supuestamente le habría prestado Said para tal efecto.

El 27 de julio, Hichamy y Youssef Aalla -uno de los fallecidos en la explosión del chalé de Alcanar (Tarragona)- adquirieron, también con la documentación Said, 240 litros de la misma sustancia.

Además, según el juez, existe "constatación" de la presencia de Said en Alcanar -localidad que se encuentra a poco más de diez kilómetros de Vinaroz, donde fue detenido- el 23 de abril y el 1 y 13 de agosto, "fechas éstas últimas en las que la confección del material explosivo estaba ya prácticamente conclusa".

De su relación con los miembros de la célula "unido al análisis de la actividad telefónica y posicionamientos en las fechas de mayor interés para la investigación, se determina que podría haber colaborado con los miembros de la célula investigada, facilitando las tareas logísticas para que la célula consiguiera alcanzar sus objetivos", señala Andreu en el auto.

El juez reconoce que estos hechos no han sido "refutados por el investigado, que se ha acogido a su derecho a no declarar" si bien existen indicios suficientes para llevarle a prisión por su supuesta colaboración con la célula, ya desarticulada.

Según la Guardia Civil, el arrestado también mantenía una estrecha relación con Abdelbaki Es Satty, el imán de Ripoll (Girona) y dinamizador de la célula yihadista que también murió en la explosión de Alcanar, aunque el juez no le cita en su auto.