El vicepresidente de la Comisión Europea responsable del euro, Valdis Dombrovskis, ha advertido este miércoles de que el Ejecutivo comunitario no tiene "nada nuevo que añadir" sobre el desafío independentista en Cataluña, cuando se le ha preguntado por los registros y las al menos 13 detenciones que se han producido en las últimas horas.

"Sobre este asunto, el presidente (Jean-Claude) Juncker ya ha hablado, el primer vicepresidente, Frans Timmermans, también lo ha hecho; así que no tenemos nada nuevo que añadir en este momento", ha zanjado Dombrovskis en una rueda de prensa, al ser preguntado por las detenciones ligadas a la organización del referéndum del próximo 1 de octubre.

El representante comunitario tampoco ha respondido a la pregunta de si el Colegio de Comisarios, reunido este miércoles en su encuentro semanal, ha abordado la situación de Cataluña, pese a que el propio Juncker reveló en una reciente entrevista que es un tema que han tratado varias veces.

Mientras, en el exterior de las instituciones europeas un grupo de catalanes partidarios del referéndum del 1 de octubre se han concentrado para defender la convocatoria. Entorno a medio centenar de personas con pancartas y ''esteladas'' se han concentrado al grito de ''Votarem'' (Votaremos).

POSICIÓN INALTERABLE DESDE 2004

Bruselas mantiene su posición inalterable desde 2004, cuando el entonces jefe del Ejecutivo comunitario, Romano Prodi, marcó la línea que han seguido sus sucesores y que deja claro que un territorio que se independice de un Estado miembro quedaría automáticamente fuera de la Unión Europea.

La Comisión reitera cada vez que es preguntada por el caso catalán que se trata de un asunto interno del orden constitucional de España en el que no va a interferir.

Sobre la celebración de un referéndum, Juncker afirmó la semana pasada que Bruselas seguirá lo que marquen el Tribunal Constitucional y el Parlamento español y que el respeto de estas instituciones era precondición para valorar cualquier consulta.

Timmermans, por su parte, añadió a las palabras del presidente comunitario que no caben "malos entendidos" en cuanto a la posición de Bruselas y que el respeto a la Constitución española es "el punto de partida de todo debate" sobre esta cuestión.