El líder de Podemos en Castilla-La Mancha, José García Molina, ha negado hoy que el pacto de gobierno con el PSOE en la comunidad sea un banco de pruebas extrapolable, pero ha asumido que se seguirá con lupa para ver si funciona, porque son "los primeros" en entrar en un ejecutivo con los socialistas.

Molina, que hoy tomará posesión como vicepresidente segundo del gobierno regional del socialista Emiliano García Page, ha asegurado en la Ser lealtad al pacto.

Aunque ha recalcado que el PSOE y Podemos son partidos distintos, ha incidido en que los dos deben encontrar la capacidad para poner el acento más lo que les une más que en lo que les separa.

"Espero que el PSOE no lleve adelante medidas que no haya negociado con nosotros", ha afirmado, y ha confiado en que ambas formaciones tengan la "templanza e inteligencia política" para "negociar lo negociable y dejar apartado lo innegociable".

Sobre las críticas al pacto de algunos miembros de Podemos, como el eurodiputado Miguel Urban, ha dicho que en su partido hay quienes ponen el énfasis en los riesgos más que en las oportunidades.

"Yo lo entiendo, lo que pasa es que el 80 por ciento de la Asamblea Ciudadana de Castilla-La Mancha nos ha dicho: adelante", ha recalcado Molina, quien ha pedido respeto para su tierra, su gente y las decisiones que se tomen democráticamente.

Junto a José García Molina como vicepresidente segundo, tomará posesión hoy de su cargo en el Gobierno autonómico la también dirigente de Podemos Inmaculada Herranz, como consejera para el Plan Integral de Garantías Ciudadanas.