La presidenta madrileña, Cristina Cifuentes, ha defendido la honestidad de su Gobierno, en el que no hay corrupción por más que la oposición quiera meterla "en el mismo saco" que a políticos de etapas anteriores, y ha anunciado nuevas denuncias ante la Fiscalía de irregularidades detectadas en la Comunidad.

Cifuentes ha reiterado la transparencia y honestidad de su Gobierno en un desayuno informativo de Fórum Europa en el que ha sido presentada por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al que han acudido miembros del Ejecutivo como María Dolores de Cospedal y casi toda la cúpula del PP, con Fernando Martínez-Maíllo y Pablo Casado a la cabeza.

Ante todos ellos, la presidenta madrileña ha sido haberse sentido "no arropada, sino arropadísima" en las últimas semanas, en las que, entre otras cosas, ha tenido que comparecer en la Asamblea para explicar dos contratos presuntamente irregulares del Parlamento regional cuando ella era vicepresidenta de esta institución, y se ha enfrentado a una moción de censura de Podemos.

Precisamente sobre la moción (en la que ella no intervino, a diferencia de Mariano Rajoy en la suya propia), Cifuentes ha desvelado que el presidente del Gobierno y del PP conocía la estrategia que ella iba a seguir.

En su intervención, Cifuentes ha repetido que en su Gobierno no hay ni un solo caso de corrupción, a pesar de los intentos del "tripartito" de oposición -PSOE, Podemos y Ciudadanos- de embarrar la política madrileña, aunque ha confiado en que esa "tensión" se rebaje, porque "el nivel de crispación, insulto y descalificación" al que se ha llegado "no lleva a ningún sitio".

En línea similar, Mariano Rajoy ha reclamado "moderación" y "mesura" en la vida pública y ha pedido "dejar a un lado" el "extremismo" y la "radicalización" que, según ha lamentado, está "de moda" en España.

Como ejemplo de honestidad y de lucha contra la corrupción, Cifuentes ha recordado que fue su Gobierno quien llevó ante la Fiscalía documentación sobre el Canal de Isabel II, "en cuanto se detectaron irregularidades", lo que contribuyó a abrir la operación Lezo en la que está presuntamente implicado el expresidente Ignacio González.

Un hecho que no es "aislado", y ha aprovechado para anunciar más denuncias, ya que la Comunidad de Madrid ha llevado ante la Fiscalía la existencia de posibles irregularidades "puntuales" en "recientes actividades formativas" contratadas con la Cámara de Comercio de Madrid.

También se ha denunciado ante la Fiscalía la compra de 10 millones de euros en participaciones preferentes de Caja Madrid por parte del Consorcio Urbanístico Móstoles Sur en 2009.

"Algunos han tratado de meternos a todos en el mismo saco: a los que se corrompían, y a los que denunciamos y evitamos la corrupción. Pero es obvio que somos cosas muy distintas, y estamos también en lugares diferentes", ha añadido.

Cifuentes ha criticado también el uso que hace la oposición de las instituciones, con "actuaciones poco edificantes" como las mociones de censura o las comisiones de investigación "que no pretenden la búsqueda de la verdad, sino el linchamiento verbal del adversario, a ser posible en vivo, en directo, y en horario de máxima audiencia".

"Creo que esa actitud debe ser merecedora del rechazo político, pero también del rechazo social, porque en la vida -y la política forma parte de la vida- no vale todo, y de la misma manera que no es admisible la corrupción, tampoco lo es la instrumentalización torticera de las instituciones para conseguir objetivos de dudosa legitimidad", ha asegurado.

Durante su intervención ha hecho balance de la mitad de la legislatura, dos años "muy difíciles" en un contexto de crisis, en minoría, y con un partido -Ciudadanos- que apoyó su investidura pero que en el día a día "se siente cercano a la izquierda, y la mayor parte de las veces vota junto a ella, conformando junto a Podemos y el Partido Socialista el ''tripartito de oposición''".

Si su Gobierno ha logrado avances es, ha dicho, gracias al marco de estabilidad económica y política del Ejecutivo de Rajoy, al que ha trasladado su respaldo para que España "siga creciendo", genere más empleo, y "para garantizar la unidad nacional y el cumplimiento de la Constitución, porque Madrid quiere formar parte de esa España unida, diversa, integradora y solidaria que ha sido siempre".

También ha arremetido contra la actitud de Podemos en las instituciones, sobre todo en el Ayuntamiento de Madrid, donde las "soluciones para todo" que proponían con propuestas "pretendidamente milagrosas" en la práctica han dejado patente el "fracaso de su modelo", lo que debería hacer pensar en qué ocurriría si la formación morada llegase a gobernar España.