Los tres candidatos a liderar el PSOE, Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López, se medirán el próximo 15 de mayo en un debate a tres que, a seis días de la votación, se perfila decisivo por lo igualado del número de avales entre Sánchez y Díaz, lo que ha llevado a ésta a subir en el tono de la campaña.

Será un debate en el que todo estará medido, con el formato clásico de los grandes debates políticos en España: apertura, tres bloques temáticos -político, socioeconómico y modelo de partido- y cierre, con el llamado "minuto de oro" a cargo de Sánchez, en una sala en Ferraz sin presencia de militantes.

Así lo han acordado hoy representantes de las tres candidaturas y el comité organizador del congreso del PSOE, en una reunión en la que han dejado abiertos algunos flecos como el del nombre de la moderadora y la escenografía.

En una breve charla informal con periodistas, Sánchez ha avanzado su intención de hacer un debate "de guante blanco", aunque se ha mostrado convencido de que la presidenta andaluza pretenderá que sea una confrontación "agresiva, porque está nerviosa".

Sánchez cree que su golpe de efecto con los avales ha dejado "sin discurso y sin campaña" a Díaz, y que por eso los ''susanistas'' han elevado el tono contra él en los últimos días.

Un ejemplo han sido las declaraciones de la secretaria de Organización del PSOE de Aragón, Pilar Alegría, que en nombre de la candidatura de Díaz ha arremetido contra el "silencio cómplice" que Sánchez muestra con los "insultos" y "faltas de respeto" de sus teloneros.

A ese respecto, le ha exigido con rotundidad que "desautorice públicamente" al alcalde de Calasparra, José Vélez, por haber acusado de "prácticas mafiosas" a la gestora del PSOE.

En nombre de Sánchez, Alfonso Gómez de Celis ha replicado que los mismos que critican a Vélez "no han dicho todavía nada" de las palabras grabadas a Miguel Ángel Heredia en una charla con jóvenes socialistas en las que hablaba de un supuesto acuerdo de Sánchez con independentistas y abogaba por disolver al PSC.

Entretanto, el exministro Josep Borrell, que apoya a Sánchez, ha reclamado en la presentación de su libro "Los idus de octubre", que los "aparatos" del partido no traten de "influir" en la votación del día 21; un planteamiento que la eurodiputada y ex número dos del PSOE, la ''susanista'' Elena Valenciano, calificaba en Twitter de "falso" e "irrespetuoso".

Entre tanta tensión, Gómez de Celis ha llamado "a todos a bajar el diapasón" y a mostrar cada uno su proyecto en la campaña que empieza mañana.

Para sufragarla, cada candidatura dispondrá de 50.000 euros aportados por el partido, una cantidad que se suma al dinero recaudado por cada una a través de aportaciones de particulares en las cuenta bancarias que les abrió la gestora.

Los tres equipos tendrán también a su disposición a partir de mañana una oficina en Ferraz, con despacho, antedespacho, ordenador, línea telefónica y un trabajador de la casa.

Otro de los acuerdos adoptados en esta jornada ha sido que la gestora enviará una carta a todos los secretarios de Organización para pedirles que el día de la votación los militantes dispongan de una cabina o sala donde introducir la papeleta en el sobre sin que nadie les vea, a fin de garantizar que la votación sea "libre y secreta".

Una vez proclamados definitivamente hoy candidatos a las primarias con 60.231, 53.692 y 10.866 avales respectivamente, Díaz Sánchez y López arrancarán oficialmente mañana sus campañas en Cáceres, Granada y Leganés (Madrid).

A una semana del debate, el exlehendakari, que el pasado viernes rechazó integrarse en la candidatura de Sánchez, pugnará por hacerse un hueco con su promesa de superar el enfrentamiento y la división en un partido en el que, dice su equipo, "sobra emoción y falta razón, sobran tripas y falta algo de cabeza".