Brasil y España reforzaron hoy en Sao Paulo su visión de socios estratégicos comerciales con un intenso diálogo empresarial al que se sumaron varias de las compañías españolas más importantes y el anuncio de un cable submarino de telecomunicaciones que unirá a los dos países a partir de 2019.

La presentación del nuevo cable se realizó durante el I Fórum España-Brasil, que clausuró el jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, y en el que participaron los presidentes de Repsol, Telefónica, Iberia y Mapfre, entre otras compañías.

El anuncio de cable submarino, con una extensión cercana a los 10.000 kilómetros, fue la prueba material del deseo, expuesto durante toda la jornada, de profundizar en las relaciones comerciales bilaterales entre ambos países.

"No es solo un avance técnico, que lo es, es una conexión necesaria entre Europa e Iberoamérica", manifestó este lunes Rajoy ante la presencia de los ministros brasileños de Exteriores, Aloysio Nunes, y de Ciencia, Tecnología y Comunicaciones, Gilberto Kassab.

El proyecto unirá Sao Paulo y Madrid (conectándose en el camino con Madeira, Canarias y Cabo verde) a través de cuatro pares de fibra óptica de 72 terabits por segundo.

El cable submarino "reducirá el tiempo de transmisión de datos entre los dos continentes en un 40 %", señaló Rajoy, quien añadió que la "UE aportó 25 millones de euros" a la iniciativa.

"Es un proyecto de un enorme valor estratégico", agregó el jefe del Gobierno español, que llegó a Sao Paulo procedente de Brasilia, donde fue recibido por el presidente Michel Temer en el marco de su visita oficial de dos días en Brasil.

Alcatel Submarine Networks fue la empresa que consiguió la licitación de este proyecto Ellalink, que es el nombre escogido para denominar la filial conjunta creada en junio de 2015 por Telebrás y Eulalink para la construcción del sistema submarino.

Posteriormente, Rajoy presidió la ceremonia de entrega del Premio "José de Anchieta", otorgado por la Fundación Consejo España-Brasil y que en esta primera ocasión recayó sobre el ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso (1995-2002).

Antes, más de 70 empresas españolas mantuvieron un diálogo con autoridades brasileñas y estimaron que aún hay margen para mejorar las relaciones comerciales bilaterales, que podrían aumentar sustancialmente de concretarse un acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur.

El presidente de Repsol, Antonio Brufau, expresó su confianza en que Brasil estructure su normativa para permitir una mayor explotación de gas natural por parte de compañías extranjeras, pues aún "está en una fase muy incipiente".

"Las actuales reglas del juego no permiten que se inviertan entre 12.000 millones y 15.000 millones de dólares necesarios para aprovechar todo ese potencial", agregó Brufau.

Por su parte, el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, dijo que Brasil puede ir "mucho más rápido" en la implementación de una agenda digital que permita mejorar la posición del gigante sudamericano en el sector de las telecomunicaciones, algo para lo cual ya están trabajando con el Gobierno de Temer.

En este sentido, el presidente de la aerolínea española Iberia, Luis Gallego, resaltó también el importante papel que tiene la digitalización para transformar los modelos de negocio.

Por su parte, el presidente de la aseguradora española Mapfre, Antonio Huertas, aglutinó el sentir general y aseguró que las empresas de Brasil y España tienen la "obligación" de impulsar las relaciones bilaterales y superar "la falta de conocimiento mutuo" que existe entre los dos países.

De acuerdo con datos oficiales, España es el segundo mayor inversor en Brasil, con capitales acumulados que alcanzaron los 64.000 millones de dólares en 2016, y además Brasil es el tercer mayor destino de las inversiones directas españolas en el mundo.

Por otro lado, la balanza comercial entre los dos países llegó el año pasado a los 5.200 millones de dólares.

No obstante, representantes del Gobierno español y de la patronal empresarial consideraron que las relaciones entre las dos naciones podría aumentar de manera considerable de firmarse un eventual acuerdo de libre de comercio entre la Unión Europea (UE) y Mercosur.

La secretaria de Estado de Comercio de España, María Luisa Poncela, afirmó en el acto que están ayudando a que "las negociaciones entre la UE y el Mercosur se relancen y se cierren con éxito".

La UE y Mercosur, bloque formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y del que Venezuela fue suspendida en diciembre pasado, negocian desde hace años un acuerdo de libre comercio que no termina de concretarse y que esperan que genere, si se firma, un aumento considerable en las transacciones comerciales.