La exdirectora financiera del Palau de la Música Gemma Montull ha roto ha llorar hoy en su declaración en el juicio por el expolio de la institución cultural y ha alegado que su grado de autonomía en la toma de decisiones era "nulo", ya que Fèlix Millet y su padre Jordi ejercían un control "absoluto".

Gemma Montull, que en los últimos días ha planteado un acuerdo a la Fiscalía para rebajar su pena a cambio de dar detalles sobre el supuesto pago de comisiones de Ferrovial a CDC a través del Palau de la Música por la adjudicación de obra pública, ha asegurado al tribunal que su intención hoy era "colaborar con el esclarecimiento de los hechos".

Con la voz entrecortada y entre lágrimas, Gemma Montull, que afronta una petición de 26 años de prisión, ha alegado ante el tribunal, a preguntas del fiscal Anticorrupción Emilio Sánchez-Ulled que su grado de decisión o de autonomía en la toma de decisiones en el Palau de la Música era "nulo", al igual que el de cualquiera de los otros empleados de la institución.

Gemma Montull ha explicado que Fèlix Millet ejercía un control absoluto, apoyado por su mano derecha, Jordi Montull. "Millet lo controlaba absolutamente todo, todo lo que pasaba allí. Él tenía a su mano derecha para ese control, Jordi Montull, mi padre. Pero poder de decisión, autonomía, no teníamos nadie más", ha asegurado.

La exdirectora financiera ha vuelto a emocionarse minutos después cuando ha recordado compungida ante el tribunal que su padre le explicó que él y Millet se habían autoadjudicado retribuciones millonarias porque consideraban que "se lo merecían por lo que habían hecho en el Palau".

"Decidieron cobrarlo ''porque yo lo valgo''", ha apuntado Gemma Montull, que ha precisado que si Jordi Montull hubiera sido solo su jefe y no su padre no le habría desvelado las irregularidades que habían cometido.

Según la exdirectora financiera, cuando Fèlix Millet asumió el mando del Palau de la Música la entidad "partía de la nada", y fue bajo el impulso del saqueador confeso que se empezó a reflotar esta institución.

"Lo construyó él (Millet), a su propia medida, con su criterio, pensando en lo que iba a ser lo mejor para el Palau, pese a que posteriormente, y lamentablemente, se ha visto que había otro tipo de interés", ha reconocido.

Para Gemma Montull, los que como ella trabajaban en el Palau estaban "directamente" bajo las órdenes de Millet, que lo "controlaba absolutamente todo". Como ejemplo, ha indicado que, pese a ser directora financiera, no tenía ni poderes ni firma en los bancos.

Montull ha reconocido que Millet, su padre y ella misma hicieron obras en sus casas a cargo del Palau de la Música, efectuadas por empresas proveedoras de la institución cultural, aunque ha alegado en su descargo que se enteró de estos pagos irregulares a raíz de la confesión por el saqueo.

"En ningún momento previamente (a la confesión) ni mi padre ni Millet me habían dicho que era así. Era opaco para mi poder saber que esto era así", ha insistido Montull, que ha recordado que es hija única y que su padre se encargaba de todos los trámites sobre las obras en su propia casa.

"Jamás hablé con él sobre cómo se pagaba", ha alegado Gemma Montull, ante lo que el fiscal Anticorrupción le ha respondido: "me cuesta creer que no viera el trasiego de facturas".

Posteriormente, a preguntas del fiscal, sobre si no le cuestionó a su padre sobre los viajes que efectuaban (a costa de la institución cultural), ha asegurado que no se lo planteó nunca: "no me atreví a hacerle este tipo de recriminación, sé que no hice lo apropiado".