El presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, ha asegurado hoy, en su declaración como investigado ante el juez, que solo fue el "impulsor político" de las obras del llamado caso Auditorio y que se limitó a aprobar los informes de los técnicos municipales, de los que se fiaba plenamente.

En una comparecencia posterior ante los medios, Sánchez ha insistido en que solo dimitirá, como le exige Ciudadanos tras dar por roto el pacto que le asegura la mayoría parlamentaria, si se produce una "imputación formal" y se le abre juicio oral.

El presidente murciano estaba citado en sede judicial para declarar como investigado por los presuntos delitos prevaricación, malversación, fraude y falsedad en la construcción del auditorio de Puerto Lumbreras, cuando era el alcalde de la localidad.

Sánchez ha declarado ante el juez instructor del caso en el Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia, Julián Pérez-Templado, que no conocía al arquitecto del proyecto, Martín Lejarraga, y que no manejaba la información técnica, según han informado fuentes jurídicas.

Ha explicado que se limitaba cumplir con sus competencias y a aprobar los informes que le llegaban de los técnicos municipales que avalaban el proyecto.

Durante casi cuatro horas de interrogatorio, Sánchez ha respondido las preguntas del fiscal superior de Murcia, José Luis Díaz Manzanera, y el fiscal anticorrupción Juan Pablo Lozano, si bien ha rehusado responder las planteadas por las acusaciones particulares, que ejercen PSOE y Podemos.

Según las fuentes, Sánchez no ha concretado por qué se cambió la ubicación del auditorio de la primera parcela prevista a una segunda sin comunicárselo al Gobierno de Murcia, que le había otorgado una subvención de 6 millones de euros para construir el edificio.

En un hotel cercano al tribunal, el presidente murciano ha insistido ante los medios en que "todo el dinero" destinado para la instalación, de la que falta por terminar un 38 por ciento, "está invertido en la obra".

Respecto a la situación política derivada de su citación como investigado, ha vuelto a afirmar que sigue cumpliendo el pacto con Ciudadanos y que no interpretarlo así obedece a una "estrategia política".

Sin embargo, Ciudadanos entiende que Sánchez ha faltado a su palabra por no dimitir tras ser imputado y da por roto el acuerdo con independencia de cómo se desarrolle el procedimiento judicial.

La formación que lidera Albert Rivera y el PSOE iniciarán esta semana conversaciones para buscar una salida, sin descartar la presentación de una moción de censura.

Sánchez ha avanzado que su abogado aportará más informes técnicos que "dejarán claro que el dinero de las subvenciones está en la obra", aunque ha reconocido que pudo haber algún error en el expediente administrativo para su justificación, "y eso es lo que se está investigando", ha dicho.

"Si se quedó corta, fue porque llegó la crisis, porque ¿cuántas obras en cuántos ayuntamientos en España han necesitado una segunda fase porque el dinero no era suficiente?, se ha preguntado. "La mayoría", ha respondido.

Los dirigentes del PP han vuelto a cerrar filas en torno al presidente murciano al asegurar que "no se plantea ninguna opción alternativa" a Sánchez, en palabras del coordinador general del partido, Fernando Martínez-Maíllo.

También insisten en esperar a una resolución de apertura de juicio oral para exigir responsabilidades, según ha señalado el ministro de Justicia, Rafael Catalá.

Cs mantiene su postura y su presidente nacional, Albert Rivera, ha recordado al PP que si propone a un candidato alternativo a Sánchez, el pacto de investidura seguirá adelante.

El portavoz de la gestora del PSOE, Mario Jiménez, ha sostenido que el problema político que tiene la región "no es de Sánchez, es del PP de Murcia", y ha animado a Cs a "pensar si valen paños calientes ante esa situación o merece la pena afrontarla con todas las consecuencias".