El extesorero de Alianza Popular (AP) Ángel Sanchís ha afirmado en el juicio de Gürtel que cuando viajó a Suiza para comprobar el dinero que tenía allí Luis Bárcenas le dijeron en sus bancos que los fondos eran "buenos", por lo que aceptó recibir de él un préstamo de tres millones que la Fiscalía considera falso.

Sanchís, tesorero de AP de 1982 a 1987, se enfrenta a ocho años de prisión acusado de ayudar a Bárcenas a ocultar su fortuna en Suiza en 2009, cuando estalló el caso Gürtel.

Según la Fiscalía, una de esas operaciones de ocultamiento fue la simulación por parte de Bárcenas de la concesión de un préstamo de tres millones de euros a Sanchís.

El acusado ha explicado que conoce a Bárcenas desde que éste era niño porque es "un amigo muy querido de la familia" y que le ve varias veces al año. Se lo llevó, ha relatado, a trabajar con él a AP en 1982 con Manuel Fraga, que era muy amigo suyo.

Hoy, la fiscal le ha preguntado por ese préstamo y por la visita que hizo Sanchís a Suiza en 2009 para reunirse con los gestores de la fortuna de Bárcenas en dos bancos del país helvético.

El acusado ha dicho que fue allí para comprobar que el dinero de Bárcenas existía y era lícito porque el banco HSBC le había puesto antes una multa de 1.000 millones por un asunto de transferencias sospechosas y "sabía que me iba a preguntar hasta en el carné de identidad".

"Yo ya estoy jubilado, el ir a Suiza era una excusa como otra cualquiera para ir a comerme un ''bratwurst'' y volver para casa", ha añadido luego.

Así, viajó al país helvético para "tener la absoluta seguridad de que el dinero era bueno" y cuando se reunió con los bancos le dijeron que "no tenía ni una tacha de falsedad" y que efectivamente era "bueno".

La fiscal Concepción Sabadell le ha enseñado entonces un informe de Agatha Stimoli, gestora de cuentas de Bárcenas en uno de sus bancos suizos, en la que afirmaba que el extesorero le comunicó la visita de Sanchís porque quería "liquidar" su dinero (que estaba a nombre de una sociedad panameña) y "diversificar su patrimonio" con inversiones "en producción de limones" en una finca que tiene Sanchís en Argentina llamada La Moraleja.

El acusado ha negado categóricamente que Bárcenas fuera a invertir en esa empresa ni en ninguna otra de su propiedad y ha sostenido que el dinero que luego le traspasó era un préstamo para su empresa Brixco, la misma versión que sostiene Bárcenas.

La fiscal le ha preguntado entonces si la gestora no le trasladó alguna inquietud porque el extesorero estuviera imputado en Gürtel, cuando en esas fechas hay documentos de ella mostrando esa preocupación.

"Todo lo contrario señoría, me dio toda clase de garantías de que era conocido por ellos desde hacia 20 años, que era PEP (persona expuesta políticamente) y que sus fondos no tenían ninguna tacha de ilicitud y podían ser transferidos porque si no ¿por qué no está imputado el banco y yo sí?", ha alegado entonces.

La fiscal también le ha inquirido si preguntó a Bárcenas si esos fondos eran opacos a Hacienda. "¿Cómo voy a ir preguntando a mis amigos si han hecho la declaración de la renta o no? Di por hecho que estaba hecho", ha respondido, y ha añadido que "no tenía ni el derecho de preguntarlo".

La sociedad a la que Bárcenas supuestamente prestó el dinero, Brixco, es de base uruguaya y, según Sanchís, no se creó para ese préstamo, sino que estaba en pleno funcionamiento.