Felipe VI apostó hoy ante un grupo de empresarios portugueses y españoles por "seguir trabajando" por llevar la ya "ejemplar" relación económica bilateral entre España y Portugal a "cotas todavía mucho más altas", para sacarle el "mayor provecho" e impulsar el mercado ibérico.

El rey de España, en la segunda jornada de su visita de Estado a Portugal, acompañado de la reina Letizia, pronunció su tercer discurso de este viaje al comienzo de un almuerzo ofrecido en el Palacio de la Bolsa de Oporto, un edificio histórico que alberga la Asociación Comercial de esta ciudad atlántica.

El jefe del Estado español subrayó el "funcionamiento ejemplar de la relación económica, comercial y empresarial entre Portugal y España", y aseguró que "sin duda" constituye "una pieza fundamental de la relación bilateral".

España es el primer proveedor y primer cliente de Portugal, país que se sitúa como tercer cliente y tercer proveedor para España, además, unas 1.600 empresas españolas asentadas en el país vecino emplean a unos 100.000 trabajadores portugueses.

Felipe de Borbón apuntó que "el elevadísimo nivel al que ha llegado nuestra relación económica y comercial no hubiese sido posible sin la dedicación, esfuerzo y valentía de numerosos empresarios portugueses y españoles", muchos de los cuales escuchaban sus palabras en el espectacular Salón Árabe de la Bolsa.

Entre los dos centenares de invitados estaban presentes el anfitrión de la visita de Estado, el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, el alcalde de Oporto, Rui Moreira, y el presidente de la Asociación Comercial, Nuno Botelho.

El monarca abogó por dar "mayor visibilidad" a los vínculos económicos entre ambas naciones "para así poder desarrollar todo su potencial y sacarle todo el provecho en beneficio de ambos países, del mercado ibérico y también de nuestra aportación a la realidad y futuro de Europa".

También aludió en su discurso al "salto cualitativo y espectacular" que dieron las relaciones hispano-portuguesas hace 30 años, gracias al ingreso simultáneo de las dos naciones en la entonces Comunidad Económica Europea (CEE).

Pero también aprovechó la presencia de los empresarios para agradecerles su "esfuerzo, tenacidad y sacrificio", que junto a las reformas de los Gobiernos de los dos países permiten "vislumbrar el final de la crisis económica".

Antes de sus palabras, el presidente de Portugal improvisó una alocución en la que también agradeció su papel a los empresarios lusos y españoles que, explicó, "todos los días construyen un futuro conjunto, un futuro de progreso y de justicia social".

Rebelo de Sousa se mostró además convenido de que las relaciones económicas entre los dos Estados pueden ir más lejos y afirmó que la visita de Felipe VI y la reina Letizia "contribuye de forma decisiva a este desafío conjunto".

Por su parte, el alcalde Rui Moreira instó a aprovechar las oportunidades que abre el espacio económico, social e institucional común.

"Urge encontrar marcas comunes y una visión estratégica integradas, que potencie la investigación y el desarrollo a través de los centros de excelencia que existen en ambos países", insistió.

En lengua castellana, Rui Moreira añadió: "La realidad nos convoca, y convoca a la unión de nuestras fuerzas en un mundo lleno de desafíos".

Porque, concluyó, "se trata de cincelar trayectorias cómplices, que haga que sigamos siendo más que la suma de nuestras partes".

Antes del acto en el Palacio de la Bolsa, los reyes de España visitaron la Universidad de Oporto, en concreto su Instituto de Investigación e Innovación en Salud y su Parque de Ciencia y Tecnología (UPTC), donde recibieron de manos del rector, Sebastian José Cabral, un violín fabricado en fibra de carbono con una impresora 3D.

En el brindis del almuerzo, Felipe VI consideró esta visita "muy esclarecedora" de las posibilidades futuras de colaboración entre España y Portugal en el campo de la investigación y aprovechó para resaltar el "símbolo" que supondrá la próxima celebración de los 500 años de la aventura transoceánica de Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano.

Tras la comida empresarial, los reyes de España se desplazarán a Lisboa para proseguir su viaje y allí serán recibidos en el ayuntamiento de la capital portuguesa.