El líder del PP, Mariano Rajoy, consultará el próximo miércoles 17 de agosto con el Comité Ejecutivo de su partido si da el visto bueno a las seis condiciones que plantea el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, para desbloquear la investidura e iniciar una negociación que puede llevarle a la reelección.

Tras hora y media de reunión en el Congreso, la tercera desde el 26J y la segunda en una semana, Rivera ha avanzado la principal novedad del encuentro: que Rajoy estudiará con su partido el próximo día 17 si sus seis requisitos para pasar de la abstención al "sí" son asumibles por la plana mayor del PP.

A tenor de lo que ha manifestado en rueda de prensa el propio presidente en funciones, la previsión es que de ese órgano, que forman 91 dirigentes del Partido Popular, salga la aceptación de las condiciones de Rivera, y en consecuencia, una vía libre a que en el calendario se marque la sesión de investidura.

El líder del PP le ha dicho al de Ciudadanos que es "un segundo paso muy importante" -después del primero de la semana pasada, cuando ambos trazaron un "canal de comunicación permanente"- y "una buena decisión" para los intereses de España.

Sin embargo, Rajoy no ha comprometido una respuesta inminente, y aunque su disposición a la negociación parece clara, ha pedido a Rivera unos días de reflexión y consulta, ya que alguno de los puntos expuestos en esas condiciones "por la regeneración y contra la corrupción", en palabras del líder de Ciudadanos, requieren o bien una reforma de la Constitución o bien una larga tramitación.

Además, como ha dicho el presidente en funciones, para sacar adelante las reformas de Ciudadanos, especialmente la de la ley electoral, se necesita el visto bueno del grupo socialista.

En cuanto el Comité Ejecutivo ratifique la decisión del presidente, Rajoy y Rivera volverán a reunirse, y puede que entonces haya ya fecha del debate de investidura.

Así que gran parte de la responsabilidad de que en España se avance más deprisa hacia la formación de nuevo gobierno descansa en los miembros del Comité Ejecutivo del PP que vayan a la reunión del día 17.

Aunque no está garantizado que asistan, hay nombres que forman parte de este órgano más o menos controvertidos por haber estado relacionados con presuntos casos de corrupción. Entre ellos, el de Rita Barberá, actual senadora, y precisamente por ello, aforada.

Rivera, en su comparecencia ante la prensa, ha remarcado que, escuchadas sus condiciones, "el PP se mueve y se toma en serio el pacto contra la corrupción".

Al igual que Rajoy, el presidente de Ciudadanos ha puesto énfasis en reclamar el apoyo del PSOE, aunque ha dado por "descontado" que éste llegará, pues sus seis condiciones al PP incluyen medidas y objetivos materializados en el acuerdo que firmó con Pedro Sánchez en febrero.

Pero la dirección del PSOE no deja resquicio, y ante la insistencia de Rajoy y de Rivera, el portavoz socialista en el Senado, Óscar López, ha reafirmado el rechazo.

Asimismo, ha apuntado que no está en mente convocar un Comité Federal para debatir si dan un giro.

"No nos vamos a dedicar a torpedear la investidura de Rajoy como hizo con Sánchez, ni a intentar que no haya gobierno. Se trata de defender la posición del PSOE, que es autónoma, colectiva y que se ha tomado en su máximo órgano, que es votar no a Rajoy", ha zanjado en declaraciones en Cuatro.

Otro de los partidos que podría jugar un papel protagonista, el PNV, tampoco ha variado la línea marcada.

Así, han reiterado que es "imposible" un acuerdo con Rajoy al haber sido "el rodillo más feroz" que ha sufrido Euskadi en los últimos cuatro años, según su presidenta en Bizkaia, Itxaso Atutxa.

Ahora bien, a su juicio, "la pelota de la gobernabilidad de España está ahora más claramente sobre el techo del PSOE".

A los socialistas, por tanto, les llega la presión por todos los flancos, también por el de Podemos. Su secretaria de Análisis Político y Social, Carolina Bescansa, ha sostenido que, aunque PP y Ciudadanos pactaran, "la llave sigue estando en el cajón" del PSOE.