El Regimiento de Cazadores de Montaña Galicia 64 de Jaca ha despedido hoy con honores militares al soldado muerto ayer durante unas prácticas de escalada en el municipio pirenaico de Canfranc, Rubén Rangel Vizuete, en un emotivo acto celebrado ante los padres y familiares del fallecido.

El acto, que se ha celebrado en el patio de armas del acuartelamiento, ha contado con la presencia del ministro de Defensa en funciones, Pedro Morenés, y del jefe del Estado Mayor del ejército, Jaime Domínguez Buj, así como de numerosos representantes institucionales y militares.

El féretro con los restos del soldado, de 25 años y natural de Elda (Alicante), ha sido transportado a hombros por compañeros hasta la zona donde se han celebrado las honras fúnebres.

El ministro de Defensa ha impuesto al joven soldado a título póstumo la Cruz al Mérito Militar con distintivo amarillo, que ha depositado sobre la boina militar del fallecido, colocada a su vez sobre la bandera que cubría el féretro.

Tras los honores militares, el coronel jefe del regimiento jaqués, Fernando Maté, ha entregado a la madre del soldado la bandera y la boina de su hijo.

La madre se ha abrazado entre sollozos a la bandera, antes de recibir el pésame del ministro y de ser arropada por sus familiares y por una militar que le acompañaba en todo momento.

Posteriormente, el féretro ha salido en dirección a la localidad de Ahillones (Badajoz), donde solía residir el joven soldado, donde será enterrado.

En una breve alocución, el coronel jefe de la compañía ha destacado que Rubén Rangel murió "junto a lo que más amaba, el ejército y la montaña".

Ha destacado, además, que no sólo supo ganarse la confianza de sus superiores, lo que le valió ser elegido para una misión en Afganistán, sino que era "el soldado mejor calificado de su compañía".

Rubén Rangel falleció ayer mientras realizaba unas prácticas de escalada en Canfranc, a causa de un desprendimiento de rocas que alcanzó a la cordada de la que formaba parte.

El soldado murió tras recibir el impacto de una de las rocas, mientras que el resto de la cordada, cuatro militares de su misma compañía, resultaron heridos con lesiones de diversa consideración.

Uno de los militares fue trasladado a una clínica de Huesca para ser atendido de roturas múltiples en una piernas, mientras que el resto fue dado de alta a lo largo de la jornada de ayer.