El fiscal anticorrupción Pedro Horrach, que continúa exponiendo su informe final en el juicio del caso Nóos, ha señalado durante su intervención que ni la Infanta Cristina ni su exsecretario personal Carlos García Revenga, como tampoco el asesor del Instituto Nóos Miguel Tejeiro, realizaron actividad alguna en la entidad pese a los cargos que ostentaban en la junta directiva de la misma. "Ni estaban, ni se les espera", ha remarcado.

En este sentido, el representante del Ministerio Público ha arremetido contra el exsocio de Iñaki Urdangarin, Diego Torres, quien pese a cargar durante la instrucción de la causa contra el papel de todos ellos, "no ha aportado ni una sola prueba que acredite la participación" de los tres exintegrantes de Nóos.

A juicio de Horrach, la táctica de Torres durante la instrucción de la causa se ha basado en "el juego de las apariencias, en crear cortinas de humo y en desviar la atención con cientos de documentos", lo que en su opinión ha amparado "simples maniobras de prestidigitación".

De hecho, ha resaltado cómo a lo largo del caso Urdangarin ha señalado a Torres como el "cerebro" de una trama empresarial dirigida a apoderarse de los fondos de las Administraciones públicas, respondiendo a su vez Torres con"remesas continuas de correos y documentos a efectos de acreditar que Urdangarin colideraba el grupo junto a él".

Lo cierto, ha manifestado el fiscal, es que el Instituto Nóos se presentaba ante las instituciones "como una especie de ONG" en la que el exduque servía "de gancho", y cuyas empresas satélite "se hayaban bajo el dominio efectivo" de ambos exsocios. Al respecto, ha aseverado que ninguna de las entidades del entramado tenía vida propia -ésta era "nula" y se reduce a las juntas en las que se renovaron cargos- mientras que su "intercambiabilidad era patente".

Se trata de unas mercantiles -Instituto Nóos, Nóos Consultoría Estratégica, Intuit, Shiriaimasu y Aizoon- "invisibles para terceros" y, según ha abundado Horrach, "lucrativas para sus creadores". Es más, ha incidido en el hecho de que, con la actuación de Urdangarin y Torres, Nóos se quedó "vacío patrimonialmente" puesto que los fondos recibidos por éste desde las Administraciones acabaron en las sociedades por ellos controladas o en sus cuentas personales.

En esta línea, ha criticado que Torres se desvincule de una cuenta domiciliada en el Crédit Suisse de Luxemburgo y en el que le fueron bloqueados más de 900.000 euros.