El fiscal Anticorrupción Pedro Horrach ha detallado hoy ante el tribunal de Nóos catorce pruebas que revelan "inequívocamente" la intervención del expresidente del Govern y ex ministro de Medioambiente Jaume Matas en un presunto delito de malversación al contratar al Instituto Nóos de Iñaki Urdangarin.

Después de que Matas haya admitido dos delitos de prevaricación y otros dos de fraude pero haya negado la supuesta malversación, el fiscal Horrach ha dedicado un extenso apartado de su informe final ante el tribunal a detallar los indicios relativos a la responsabilidad del ex presidente en la contratación de Urdangarin.

Ha asegurado que toda decisión política debe traducirse en un procedimiento administrativo para hacerla efectiva, y ha recalcado que fue Matas quien decidió la contratación del Instituto Nóos por parte de la Fundación Illesport y el Instituto Balear de Turismo (Ibatur) para llevar la oficina del equipo ciclista que patrocinaba la comunidad balear y para organizar los Illes Balears Forum.

"El único interés era beneficiar al señor Urdangarin", ha dicho Horrach sobre esta decisión que supuso que el Instituto Nóos percibiera unos 2,5 millones de euros del Govern balear.

Ha incidido en que Matas pactó el precio de los eventos y la comisión del marido de la infanta Cristina por mediar en el patrocinio del equipo ciclista y ha subrayado que numerosos testimonios han puesto de manifiesto el control directo que tenía el presidente autonómico de todos los temas deportivos y la conciencia que todos los altos cargos tenían de esta implicación.

El acusador público reclama para Matas una pena de 5 años de cárcel por prevaricación, fraude y malversación, mientras que la defensa del antiguo líder del PP balear sólo admite los dos primeros delitos y solicita una pena de 7 meses y medio sustituible por 45.000 euros de multa.

El fiscal Anticorrupción ha hecho una defensa del valor de la confesión del resto de acusados de la trama balear del caso: el ex director general de Deportes José Luis "Pepote" Ballester, el exdirector de Illesport Gonzalo Bernal, el exdirector del Ibatur Juan Carlos Alía y el exsecretario del mismo organismo Miguel Ángel Bonet.

Horrach ha admitido que las confesiones de acusados, cuando resultan prueba de cargo, despiertan "recelos" si conllevan reducciones de las solicitudes de pena, como ha ocurrido con los procesados de la trama balear.

No obstante, ha defendido que la jurisprudencia avala esta práctica cuando estas manifestaciones inculpatorias para otros acusados vienen corroboradas por pruebas "colaterales", algo que en el juicio de Nóos se cumple con creces.

"Los elementos corroboradores son tan numerosos que acreditan plenamente la credibilidad de las declaraciones de las personas que han confesado los hechos", ha recalcado.