El exministro de Presidencia y Educación en el Gobierno de Adolfo Suárez, José Manuel Otero Novas, ha asegurado que el estado autonómico "es el cáncer de España" y ha subrayado la "dureza" de su afirmación al haber sido uno de los máximos responsables de la instauración del mismo.

En una entrevista con motivo de la publicación de su libro "Lo que yo viví. Memorias políticas y reflexiones", editado por Prensa Ibérica y que será presentado mañana en el Colegio Mayor de San Pablo CEU, Otero Novas relata distintos aspectos de la Transición española y hace hincapié en las consecuencias que han tenido algunas de las decisiones que se tomaron en aquel momento.

Otero Novas (Vigo, Pontevedra, 1940) ha asegurado que defiende el modelo autonómico de la Constitución con las "imperfecciones que tiene", pero -según destaca en su libro- lo que ha ocurrido es que los gobiernos centrales -porque no es un tema ni de derechas ni de izquierdas- es que siempre han "jugado a no enfadar y a dar una parte de lo que pedían" a la "periferia".

En este sentido, ha señalado que los gobiernos centrales se han dedicado a practicar una "política de apaciguamiento en esta materia" y "es una de las causas de las guerras" porque lo que hace es "incrementar el hambre reivindicativa de aquellos ante los que cedes".

Tras asegurar que la realidad demuestra que durante "cuarenta años" se han llevado a cabo "cesiones continuas", el exministro ha denunciado las "múltiples violaciones de la Constitución que se han hecho" y "cada vez se pide más, llegando a dejar a Cataluña que pida la independencia" en las instituciones.

En relación a la corrupción, Otero Novas ha dicho que hoy existe un "problema muy serio" que contribuye a desprestigiar al sistema y que, pese a la libertad democrática, "es mucho mayor que la que aparece", entre otras cosas porque su práctica suele ser "cosas de dos" y "ninguno de los cuales quiere que se sepa".

En su opinión, el "sistema de contratación de obras y servicios es una de las principales fuentes de corrupción" y ha señalado que si a las autoridades, aunque "hay muchas honradas", todos los días "les pones la tentación y pueden hacer lo que quieran, al final caen".

En su libro, Otero Novas expone que la Constitución fue importante pero "no es elemento esencial de la transición" sino la Ley para la Reforma Política, que "permite el cambio de régimen sin revolución y sin sangre".

Según Otero Novas, ello fue un "acontecimiento antinatural" porque "sorprendentemente los procuradores en Cortes de Franco por inmensa mayoría decidieron cambiar el régimen y eliminar la fuente de su poder personal".

Sin duda, uno de los aspectos más desconocidos que Ortega Nova expone en su libro es en el que muestra su convencimiento sobre que si España no entraba en la OTAN, Estados Unidos podría promover la independencia de Canarias.

Otero Novas comenta que le sorprendió "muchísimo" la importancia que tanto la Unión Soviética como EE.UU. daban a la entrada de España en la OTAN".

Ha subrayado la "importancia "estratégica" que siempre ha tenido Canarias y ha comentado que después de que España anunciara que iba a entrar en la OTAN, aunque no era ese el momento, fue "acuchillado" el líder separatista canario, que había fundado el Mpaiac (Movimiento por la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario), Antonio Cubillo.

En su referencia a los atentados islamistas del 11M, el exiministro ha señalado que si se aplica la "regla clásica de a quien beneficia", se tendría que pensar en que "alguien de Francia y Alemania no es ajeno a ello" y lo prueba que el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero lo primero que hizo fue retirar las tropas de Irak, que es lo que "deseaban" estos países, aunque después las retiraran otros también.

Otero Novas, que expone a lo largo de sus páginas su admiración por Manuel Fraga y Adolfo Suárez, de los que dice ser "personas de altísimo nivel", apunta los dos distanciamientos que vivió con Suárez, primero cuando le nombró ministro de la Presidencia y le dijo que a partir de ahí dejarían de ser "amigos", y después cuando le nombra ministro de Educación y comienzan las "diferencias de carácter político".