El diputado autonómico Miquel Iceta anunció ayer que presentará su candidatura a liderar el PSC, con la intención de "rehacer la cohesión interna" y abordar con "determinación e inteligencia" el proceso soberanista, aunque ha asegurado que no optará a ser cabeza de lista en las próximas elecciones catalanas.

En una decisión tomada tras la renuncia de la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Núria Parlon, a optar a la primera secretaría, y después de que su nombre ganara enteros cuando, en el Consell Nacional, se ofreció al partido para "lo que hiciera falta", Iceta hizo pública ayer su intención de postularse al cargo.

"Hoy empiezo el camino para presentar mi candidatura a la primera secretaría. Necesito 2.000 avales!", escribió Iceta en su cuenta de Twitter, donde además hizo pública una web, abierta ayer mismo, bajo el título "Reconstrucción" y el lema "Juntos podemos", ambos en catalán.

En un texto, "consciente de la especial dificultad del momento político en Cataluña y las urgencias del proceso que inicia el PSC", Iceta explica que sus prioridades son abordar con "inteligencia y determinación" el proceso soberanista, colaborar en la renovación del PSOE, "rehacer la cohesión interna" del PSC y preparar las municipales de 2015.

También preparar las primarias abiertas del PSC para elegir al candidato a la presidencia de la Generalitat en 2015 o 2016, puesto que aseguró que no tiene "intención de presentarse"; y preparar el congreso ordinario en un año que "será cualquier cosa menos ordinario y deberá servir para renovar nuestras ideas, innovar en nuestras maneras de hacer política y reconectar con la sociedad".

Iceta ofrece así su "experiencia política", su "capacidad de análisis y trabajo en equipo", su "carácter abierto e integrador", su "capacidad de sumar y religar sensibilidades", una "dedicación exclusiva al partido sin haber desatendido obligaciones de gestión pública", y su capacidad de ejercer la "oposición" de diputado.

"Estoy dispuesto a lo que haga falta para ayudar a la reconstrucción del PSC en un momento especialmente difícil, en el que se acumulan resultados electorales negativos, fuertes tensiones políticas, sociales y nacionales, unas grandes incertidumbres del futuro de las relaciones entre Cataluña y España, y una crisis económica con graves consecuencias", relató.