Varios cientos de personas han apoyado hoy con aplausos y gritos de "vivas" a los Reyes y los Príncipes durante el acto central del Día de las Fuerzas Armadas de homenaje a los caídos, que supone la despedida del Rey como jefe supremo de los ejércitos.

El acto comenzaba con la llegada puntual a las 12:30 horas de la Familia Real a la plaza de la Lealtad para presidir el acto principal de las Fuerzas Armadas, que este año retomaba un desfile y el vuelo de la patrulla Águila, dejando los colores de la bandera nacional sobre los cielos de Madrid.

Don Juan Carlos, apoyándose de un bastón y vestido con el uniforme del Ejército de Tierra que le acredita como máximo responsable de las Fuerzas Armadas, ha llegado a la plaza junto a doña Sofía, con un vestido color lavanda.

También llegaban los Príncipes de Asturias. Don Felipe, con uniforme de capitán de fragata de la Armada, y doña Letizia con un traje de chaqueta color crema.

A partir de ese momento se han empezado a escuchar aplausos y gritos de "viva" el Rey y "viva la Monarquía", que no han dejado de oirse a lo largo de los 20 minutos de duración de la ceremonia.

También se han escuchado "vivas" a Doña Sofía y a los Príncipes.

Se trataba de la primera vez en la que comparecen juntos los Reyes y los Príncipes en una acto institucional tras el anuncio de abdicación del Rey el pasado lunes.

También es el último acto principal del Día de las Fuerzas Armadas que preside don Juan Carlos, ya que cuando se sancione la abdicación, don Felipe reemplazará a su padre como capitán general de los ejércitos, en su calidad de jefe supremo de las Fuerzas Armadas.

En este sentido, el ministro de Defensa ha declarado a TVE antes de iniciarse el acto que el relevo al mando de los ejércitos del Rey se hará "con toda naturalidad", sin ninguna ceremonia especial, porque la propia Constitución establece que "el monarca es, por serlo, el jefe supremo de las Fuerzas Armadas".

Además de los Reyes y Príncipes, han asistido el ministro de Defensa, Pedro Morenés, el de Interior, Jorge Fernández Díaz, y la cúpula militar, encabezada por el jefe de Estado Mayor de la Defensa, almirante general Fernando García Sánchez.

A su llegada, los Reyes y Príncipes han saludado a las autoridades civiles y militares presentes, entre ellas el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, la alcaldesa madrileña, Ana Botella, y la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes.

Con el son de "La muerte no es el final" y con las autoridades en pie, se ha realizado la ofrenda floral, con la colocación de una corona ante la llama permanente que arde en memoria de los fallecidos.

En ese momento sonaron las salvas de rigor y la patrulla acrobática del Ejército del Aire realizaba una pasada dejando los colores de la bandera dibujados en el cielo.

El acto se ha cerrado con un desfile de un batallón de unos 500 efectivos, pertenecientes a compañías de la Guardia Real, Ejército de Tierra, Ejército del Aire, Armada y Guardia Civil.

Al finalizar el desfile, el Rey ha dado su permiso al jefe de Estado Mayor de la Defensa para "romper filas" y a continuación, tras el saludo militar, le ha extendido la mano para saludarle, un gesto fuera del protocolo militar.

Entre nuevos gritos de apoyo, los Reyes han abandonado la plaza de la Lealtad para dirigirse al Palacio Real, donde ofrecen una recepción a autoridades civiles y militares.