El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Joaquim Forn, dio ayer por finalizado el diálogo "con los violentos" en el conflicto del centro social de Can Vies, en Sants, y cifró en unos 200.000 euros los daños causados durante los disturbios de la pasada semana en Barcelona.

Con tono duro y contundente, el también presidente de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), entidad propietaria del edificio que instó el proceso judicial de desalojo de Can Vies, informó en rueda de prensa que, durante los incidentes de la madrugada del sábado al domingo, se quemaron 38 contenedores, doce vehículos resultaron calcinados total o parcialmente y una estación del Bicing quedó afectada.

"Si hay alguien en Can Vies que quiere dialogar, que salga y de la cara, que de un paso de verdad, porque el tiempo se agota", sentenció. Forn recordó que el ayuntamiento "lleva meses dialogando en condiciones complicadísimas, con persecución incluso de la persona que tenía que dialogar", en referencia al concejal del distrito de Sants, Jordi Martí.

Además, TMB solicitó, según dijo, la prolongación durante un mes del cumplimiento de la sentencia del Supremo que daba la razón a la propiedad del inmueble para continuar las conversaciones con los representantes de los okupas.

A su juicio, el consistorio ha hecho "todos los esfuerzos de diálogo". "Ha sido imposible", ha aseguró, tras recordar que los vecinos que intentaron mediar también se han retirado de la mesa después de que los representantes de los okupas rechazaran una posible solución al conflicto.

Ante la violencia durante cinco noches de la semana que ha supuesto daños por valor de unos 200.000 euros -45.000 euros sólo la última, según las cifras ofrecidas por Forn-, el gobierno de la ciudad comunicará hoy a los grupos municipales un plan específico para la situación creada.

"No nos someteremos a la violencia", indicó, después de mostrar "todo el apoyo" al trabajo de los Mossos d''Esquadra, la Guardia Urbana y los servicios municipales de limpieza. A pesar de su contundencia, Forn dejó parcialmente abierta una posible mediación de la Síndica de Barcelona y el Síndic de Greuges de Cataluña.

Preguntado por el hecho de que varios cientos de personas se dedicaron el fin de semana a la reconstrucción del edificio de Can Vies, Forn recordó que hay informes de los Bomberos y de la empresa encargada del derribo que indican que la estructura está debilitada y existe peligro. La noche del sábado fueron detenidas, según Forn, siete personas.