El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dio ayer por superadas las "dificultades" del PP vasco previas a su Congreso y tras dar su total apoyo a la reelegida presidenta, Arantza Quiroga, le encargó una tarea: Demostrar que, en el futuro, su partido puede gobernar en Euskadi.

Rajoy clausuró este cónclave de los populares vascos en el que Quiroga fue reelegida con el apoyo del 72% de los compromisarios después de la polémica generada con su decisión de prescindir de Iñaki Oyarzábal como secretario general y sustituirlo por Nerea Llanos.

A ello aludió Rajoy al hablar de las "dificultades" previas al Congreso y felicitar al PP vasco al entender que ha sabido hacerles frente. Recalcó que lo importante es saber superarlas porque, después, "ya no importan nada".

"Somos todos absolutamente conscientes de que nadie sobra, de que todos hacemos falta y todos tenemos nuestro sitio", añadió.

En ese momento, Rajoy fue interrumpido por cuatro mujeres que se encontraban sentadas entre los compromisarios y que han gritado consignas como "Aborto ilegal, violencia estatal" y "Gure gorputza, gure erabakia" (Nuestro cuerpo, nuestra decisión), mientras alzaban las manos.