Son más de 600, cada vez más jóvenes e, incluso, menores de edad. Están perfectamente organizados, utilizan tácticas de kale borroka y "revientan" las manifestaciones con sus acciones violentas. Son los grupos radicales antifascistas, a los que la Policía está poniendo cerco en Madrid.

Durante los últimos meses se han sucedido en muchos puntos de España, pero especialmente en la capital, diversas manifestaciones que han acabado en incidentes. Unos altercados que finalmente han sido el titular de la protesta.

¿Quiénes están detrás de ellos?. En el caso de Madrid fuentes policiales consultadas cifran en más de 600 el número de radicales antifascistas integrados en diversos grupos, cuyos principales miembros mantienen periódicas reuniones para diseñar su modo de actuación en las protestas.

Preocupa especialmente a la Policía la cada vez mayor participación de menores de edad como protagonistas de los incidentes, así como las técnicas de "kale borroka" empleadas en sus acciones. De hecho, mantienen permanentes contactos con esos colectivos violentos del País Vasco.

Y preocupan también a los investigadores los medios utilizados: petardos de gran potencia con metralla adosada, cócteles incendiarios con sustancias adhesivas que complican su extinción tras el impacto o sprays usados como acelerantes para provocar incendios.

En suma, subrayan las fuentes, un "modus operandi" de terrorismo callejero perpetrado por jóvenes con un perfecto reparto de funciones y la consigna de provocar los mayores daños posibles.

Bajo las directrices de su "brazo político", Izquierda Castellana (IZCA), que es quien decide cómo y cuándo se "rompe" una manifestación, un buen número de grupos de ideología antifascista conforman el "brazo ejecutor" de las acciones violentas.

Juventud Rebelde, Yesca -las juventudes de IZCA-, las Brigadas Antifascistas (BAF) y los Bukaneros son los principales grupos, aunque en los últimos meses se ha observado también una mayor presencia de otros colectivos como Acción Kombativa-32 (AK-32) del barrio de Vicálvaro y Distrito 14 (D-14) de Moratalaz, nacidos al amparo de las BAF y de los Bukaneros y adoctrinados por ellos.

Todos ellos han participado en las últimas protestas que han acabado en disturbios y con importantes destrozos y daños en el mobiliario urbano, coches y contenedores. El Grupo XXI de la Brigada de Información de la Policía Nacional en Madrid se ha tenido que emplear a fondo para controlar a los violentos y detenerles.

Así ocurrió en las movilizaciones de apoyo a las protestas del barrio burgalés de Gamonal, al que ya habían decidido trasladarse algunos miembros de los grupos antifascistas de Madrid, pero el viaje se abortó porque esa misma noche el alcalde de Burgos decidió paralizar las obras del bulevar, el detonante de las movilizaciones.

Quizá sean los Bukaneros, los ultras del Rayo Vallecano, el grupo más conocido, aunque las fuentes insisten en la necesidad de diferenciar entre los que únicamente son hinchas del equipo de fútbol madrileño y los más radicales, que, además, están integrados en las Brigadas Antifascistas.

Un grupo el de los Bukaneros "hermanado" con aficiones como los Herri Norte del Athletic de Bilbao, la Peña Mujika de la Real Sociedad o los Indar Gorri del Osasuna. Especial relación mantienen con los denominados Riazor Blues del Deportivo de La Coruña y con las Brigadas Amarillas de Cádiz.

La detención por parte de los agentes del citado Grupo XXI de un importante número de bukaneros ha levantado ampollas en el grupo e, incluso, ha provocado una división interna en este colectivo ultra ante el temor de los hinchas menos radicales de que su constante vinculación con graves delitos de orden público dé lugar a su ilegalización.

Como consecuencia de ello, una parte de los Bukaneros reclama la desvinculación total de esas acciones violentas.

La actividad de todos estos radicales no se circunscribe solo a "reventar" manifestaciones. Como ya ocurriera en la década de los noventa, pero con grupos de extrema derecha, los antifascistas están protagonizando otras acciones dirigidas contra personas de ideología opuesta.

Entre las más graves la ocurrida a mediados del año pasado en julio en el parque Roma de Madrid, donde miembros de los Bukaneros, Distrito 14 y Alkor-Hooligans (hinchas radicales de extrema izquierda del Alcorcón) sorprendieron a un grupo de jóvenes de extrema derecha en una fiesta de cumpleaños, a quienes agredieron con bates de béisbol, defensas extensibles y armas blancas.

Otro de los sucesos de este tipo tuvo lugar en noviembre pasado cuando la Policía detuvo a 19 personas vinculadas con grupos antifascistas tras el ataque en la Universidad Complutense a estudiantes de la asociación Francisco de Vitoria, que se saldó con cinco heridos e importantes destrozos.

Pese a la gravedad de estos casos, el cerco de la Brigada de Información a estos grupos, con la detención de varias decenas de sus dirigentes, se ha traducido en un importante descenso de las agresiones de este tipo.

De hecho, las fuentes consultadas aseguran que el pasado año esa reducción en el número de esos incidentes ha sido del 70 por ciento.