El Fondo Monetario Internacional (FMI) subrayó hoy la importancia de que el flujo de crédito recupere la normalidad para que la economía de España se estabilice, y destacó que, pese a los "progresos" realizados en la reforma financiera, aún persisten riesgos "significativos".

"Las dinámicas del sector financiero todavía contribuyen a las presiones recesivas, con la contracción del crédito acelerándose, los estándares de préstamo haciéndose más exigentes y los tipos de interés para las empresas al alza", indicó el FMI en el tercer informe sobre la reforma del sector financiero en España.

Por ello, los técnicos del Fondo citan entre sus recetas que la banca limite el pago de dividendo en efectivo a sus accionistas, para reforzar su capital, y proponen que se permita a las entidades considerar los impuestos diferidos como créditos fiscales si amplían capital o contribuyen a dar más crédito.

En su análisis, el FMI destaca los "progresos" realizados en el marco de la reforma financiera y asegura que la gran mayoría de las medidas a las que se comprometió España al recibir la ayuda para la banca han dado "un gran impulso al capital y a la liquidez".

Sin embargo, advierte de que, pese a los avances, las perspectivas macroeconómicas son "altamente inciertas" en el futuro próximo, y señala que son necesarias nuevas reformas que hagan que el proceso de ajuste sea "menos costoso" tanto a nivel nacional como europeo.

En sus nuevas previsiones, presentadas la pasada semana en Washington por el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, el FMI contempla que la economía española caerá en 2013 el 1,6 % y registrará un crecimiento nulo en 2014.

"La débil demanda debido a la recesión en marcha y el deseo de los hogares y las compañías de desendeudarse es sin duda uno de los principales motivos de la contracción del crédito", agrega el organismo internacional.

En su tercer informe desde que se aprobó la ayuda internacional a la banca española, el FMI aplaudió el plan del Gobierno de pago a proveedores que permite que estos sean más solventes, con el objetivo de reducir la morosidad, y propone que se exploren ciertos cambios fiscales que faciliten la compraventa de inmuebles.

Las recomendaciones también apuntan a Bruselas al insistir en que, para normalizar los niveles de flujo crediticio, se requiere "un avance más rápido para consolidar la unión bancaria completa, que rompería el círculo entre deuda soberana y bancaria al permitir a las empresas españolas competir por financiación por su propios méritos al margen de su país de residencia".

Por otro lado, aconseja a la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), el llamado "banco malo", una evaluación "más conservadora" de los precios de sus activos inmobiliarios, dada la probabilidad de que el valor de los inmuebles no se recupere al ritmo pronosticado previamente.

Sareb trabaja sobre un escenario de bajada de precios en el sector inmobiliario en 2013 y 2014, para luego estabilizarse en 2015 y 2016, y una progresiva vuelta al crecimiento posterior.

"Esta tercera asunción parece optimista, ya que la mayor parte de los cálculos para estimar el valor de los precios implica que es probable una mayor corrección significativa", señala el informe del organismo dirigido por Christine Lagarde.

Antes de que concluya el mes de julio, el FMI tiene previsto presentar su artículo IV, el informe de revisión anual de la economía de sus países miembros, y en el que ofrecerá más precisiones sobre los principales indicadores y desafíos económicos de España.