El ministro de Defensa, Pedro Morenés, presidió ayer el funeral de los tres suboficiales muertos el pasado lunes en la base de la Brigada de la Legión "Álvarez de Sotomayor" en Viator (Almería), después de que el juez autorizase este viernes la entrega de los restos mortales a sus familiares.

El funeral fue oficiado por el arzobispo castrense en la Plaza de Armas de la unidad, y al mismo asistieron, además del ministro, el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante general Fernando García Sánchez; el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), general de Ejército Jaime Domínguez Buj, y el jefe de la Brigada de la Legión, general de Brigada Juan Jesús Leza.

Los restos de los brigadas Antonio Navarro y Manuel Velasco, así como del sargento José Francisco Prieto, llegaron al patio de armas a hombros de sus compañeros, que también los escoltaron hasta la capilla ardiente dos horas después, cuando concluyeron los actos fúnebres celebrados en la base de Viator.

El ministro de Defensa concedió la Cruz del Mérito Militar con distintivo amarillo a los fallecidos, que les fueron impuestas durante el funeral, y que se otorgan para reconocer las acciones, hechos o servicios que entrañen grave riesgo, lesiones graves o fallecimiento en acto de servicio.

El general Leza destacó en su intervención que los legionarios fallecidos habían intervenido en veinte misiones en el exterior en las que "habían desafiado a la muerte" desactivando explosivos, en una labor de "años de entrega para salvar vidas" que los había convertido en "reconocidos y prestigiados desactivadores".