El Gobierno ha optado por guardar silencio ante la petición de la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, para que se abra una investigación internacional sobre la muerte del opositor al régimen cubano Oswaldo Payá el pasado 22 de julio en un accidente de coche que conducía el dirigente de Nuevas Generaciones madrileño, Ángel Carromero.

Aguirre, que visitó a Carromero en el Centro Penitenciario de Segovia, manifestó además que lo que le ha pasado ha sido una "tortura" y recalcó que la sentencia tuvo que aceptarse para que el dirigente de NNGG pisara tierra española.

Fuentes del Palacio de la Moncloa y del Ministerio de Asuntos Exteriores consultadas por Europa Press han declinado este miércoles comentar esas declaraciones de la expresidenta de la Comunidad de Madrid.

JUNTA DE TRATAMIENTO DE LA PRISIÓN DE SEGOVIA

Una vez que se han realizado las gestiones diplomáticas correspondientes para traer a España a Ángel Carromero, fuentes del Ejecutivo subrayan que ahora este caso está "en manos de Instituciones Penitenciarias", correspondiendo la ejecución de la sentencia a la Audiencia Nacional.

De hecho, el dirigente de Nuevas Generaciones del PP de Madrid podrá incorporarse al puesto que ocupaba en el Ayuntamiento de Madrid antes de su detención en Cuba si se le aplica el tercer grado penitenciario, que supone la aplicación de un régimen abierto.

Para ello, la propuesta tiene que ser formulada por la Junta de Tratamiento de la prisión, previo estudio del interno. Las Juntas de Tratamiento se suelen reunir periódicamente y en ocasiones, semanalmente. Según las fuentes consultadas, la Junta de Tratamiento de la Prisión de Segovia tiene previsto reunirse esta semana, sin embargo, puede o no llevar una propuesta de tercer grado para Carromero.

Según el artículo 103 punto cuatro del Reglamento Penitenciario, la resolución sobre la propuesta de clasificación penitenciaria se dictará, de forma escrita y motivada, por el Centro Directivo en el plazo máximo de dos meses desde su recepción.

PONE EN UN "APRIETO" A MARGALLO

Aunque las declaraciones públicas de Aguirre no han sentado muy bien ni en el Gobierno ni en el partido, se ha dado una especie de ''orden de silencio'' sobre este asunto, evitando así el cuerpo a cuerpo con la presidenta del PP de Madrid, han reconocido las fuentes consultadas.

Fuentes del PP no han ocultado su sorpresa por las palabras públicas de Aguirre, que ponen en un "aprieto" al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ya que el Gobierno al extraditar debe reconocer la validez de la sentencia que ha dictado Cuba.