El magistrado Baltasar Garzón recusó ayer a cinco de los siete jueces designados para juzgarlo el 29 de noviembre por ordenar escuchas telefónicas entre los cabecillas del caso Gürtel en prisión y sus abogados, alegando que están contaminados por haber intervenido ya en la causa.

Los jueces a los que Garzón pide apartar del juicio por haber participado en la instrucción de la causa y haber resuelto recursos, son el presidente de la Sala de lo Penal Juan Saavedra y los magistrados Perfecto Andrés Ibáñez, José Ramón Soriano, José Manuel Maza y Julián Sánchez Melgar, según fuentes jurídicas. Otras fuentes consultadas advirtieron de que la recusación podría retrasar el inicio del juicio, teniendo en cuenta que el incidente que planteó para apartar a otros cinco magistrados que debían juzgarlo por declararse competente para investigar los crímenes del franquismo tardó seis meses en resolverse.

No obstante, en aquella ocasión, la Sala Especial del 61 del Supremo, encargada de estudiar los incidentes de recusación, tuvo entre medias que resolver la ilegalización del partido de la izquierda abertzale Sortu y la impugna-ción de la candidatura de Bildu para presentarse a las elecciones del pasado mayo.

En su escrito, la defensa de Garzón invoca precisamente la decisión de la Sala del 61, que en junio aceptó la recusación de cinco de los siete magistrados que componían el tribunal que debía juzgarle por declararse competente para investigar los crímenes del franquismo, juicio aún pendiente de señalamiento.

El Alto Tribunal apartó a esos 5 magistrados diciendo que así se evitaría la existencia de un "tribunal precondicionado" que hubiera participado en la instrucción.