El Congreso acordó ayer por unanimidad instar al Gobierno a que lleve cuanto antes a la Cámara el prometido proyecto de ley de información pública, y los partidos se comprometieron también a impulsar la transparencia y el control de las instituciones, medidas reclamadas por el movimiento del 15-M.

La Cámara Baja promete así mismo tramitar con la máxima celeridad la reforma de legislación sobre financiación de partidos que se tomó en consideración en abril y que reclamaba, entre otras cosas, la transparencia en las donaciones y la prohibición de las procedentes de fundaciones o asociaciones subvencionadas con dinero público.

La iniciativa partió de ERC, y su portavoz, Joan Ridao, celebró el consenso de todos los partidos -que consensuaron el texto final- por haber escuchado alguna de las reclamaciones del movimiento del 15-M, como la de pedir una democracia más transparente y participativa.

Pese al consenso, el debate no estuvo exento de voces críticas, y se centró en buena parte en la defensa del trabajo de los parlamentarios, tan criticado por los "indignados" y que los portavoces de los distintos grupos insistieron en defender.

"Hace falta más política que nunca ahora, no hay nada malo en que el Parlamento escuche este aldabonazo crítico", dijo Ridao.

Compromisos

La iniciativa, recordó, pide al Ejecutivo que remita en el actual periodo de sesiones el proyecto de ley de acceso a la información pública prometido en varias ocasiones y que es "fundamental para dar transparencia y publicidad y facilitar el control público".

El texto consensuado compromete a los partidos a aprovechar la tramitación de este proyecto para "examinar las medidas que sean necesarias para profundizar en la democracia y la participación política, además de la transparencia y control de las instituciones democráticas".

También expresan su voluntad de tramitar "con la máxima celeridad y diligencia" la reforma de la ley de financiación de partidos que ya se tomó en consideración en abril, también iniciativa de ERC, para prohibir donaciones a los partidos procedentes de fundaciones o asociaciones que reciban fondos públicos y evitar así las donaciones anónimas.

Los más críticos fueron los portavoces del PNV y de CiU, que pese a apoyar la iniciativa sugIrieron que se aprueba de cara a la galería.