Cientos de personas han vuelto a la acampada en la plaza Catalunya de Barcelona tras la operación policial de hoy para desmontar su campamento, que se ha saldado con más de 120 heridos leves y ha generado numerosas críticas.

Una multitud de personas, algunas con flores, otras con las manos pintadas de blanco, llenaba nuevamente al final de la tarde la céntrica plaza, donde se han vuelto a instalar toldos y pancartas, y donde el movimiento reivindicativo, que inició su protesta hace doce días, ha llamado a una nueva asamblea.

En una rueda de prensa en la sede de la Generalitat, el conseller de Interior, Felip Puig, ha defendido la actuación policial para limpiar la plaza y ha subrayado que los Mossos d''Esquadra sólo han sido contundentes frente a los ataques recibidos.

"Volvería a tomar la misma decisión", ha asegurado Puig al referirse a la intervención de la mañana, que ha sido criticada por sindicatos policiales y por los partidos de la oposición en Cataluña.

El conseller ha justificado la intervención, que pactó ayer con el alcalde de Barcelona en funciones, Jordi Hereu, al considerar que era necesaria para la salubridad y para retirar elementos potencialmente peligrosos de cara a la celebración de una posible victoria mañana del Barça en la final de la Liga de Campeones.

Puig ha descartado que la policía vuelva a actuar antes de que se dispute el partido de este sábado en Wembley y que, eventualmente, se concentren miles de personas en su tradicional escenario de la fuente de Canaletas, al lado de la plaza Catalunya, para festejar la posible victoria azulgrana.

La operación policial conjunta de los Mossos d''Esquadra y la Guardia Urbana comenzó alrededor de la siete de la mañana con la llegada de los efectivos a la plaza donde se hallaban acampados unos 450 "indignados", 250 de los cuales abandonaron el lugar en la siguiente hora.

Los 200 restantes permanecieron en el centro de la plaza, rodeados por el cerco policial, mientras cientos de personas, al conocer la intervención, acudían al lugar en apoyo a los acampados y determinados a impedir la salida de camiones de limpieza con el material del movimiento.

Más de 120 personas, entre ellas 37 policías, han resultado heridas leves y una persona detenida en los incidentes que se han producido y en las cargas policiales contra los simpatizantes que habían acudido en apoyo de los acampados en medio de una fuerte tensión que se ha prolongado hasta primera hora de la tarde.

Los momentos de más tensión se producían cuando la gente arremolinada alrededor de la plaza trataba de impedir, sentándose y situándose en plena calle, que pudieran salir los camiones con los objetos retirados, que, según fuentes municipales, se depositarán en un almacén y que sus propietarios podrán recuperar el próximo lunes.

Para permitir la salida de los vehículos, los Mossos han hecho algunas cargas y han disparado salvas y pelotas de goma.

Después de que los acampados reiteraran al final de la mañana su intención de continuar su protesta y no abandonar la plaza, los policías han desmontado el cerco interior, que han convertido en un pasillo para que la brigada de la limpieza pudiera acceder hasta el centro y retirar los toldos que aún quedaban en pie.

Una vez limpiada la plaza, los agentes se han retirado con rapidez, aunque una unidad de los antidisturbios de los Mossos que integraba el segundo cerco se ha visto atrapada por los concentrados que accedían corriendo hacia el centro de la plaza, por lo que han disparado salvas para poder salir.

A lo largo de la tarde, los acampados han recibido el apoyo de estudiantes que han marchado hasta la plaza para expresarles su solidaridad, y causado un importante colapso del tráfico en la ciudad al cortar la avenida Diagonal, y de otros manifestantes que expresaban en las Ramblas su protesta por los recortes.

En Lleida, los Mossos han desmantelado también por la mañana el campamento de "indignados" que permanecía en la ciudad y más de mil personas han emprendido a última hora una manifestación de protesta por las intervenciones policiales contra las acampadas.