El secretario general del PP del País Vasco, Iñaki Oyarzábal, ha advertido hoy de que "nunca ha sido verdad, nunca ha sido sincera" la apuesta de la izquierda abertzale por las vías políticas.

Oyarzábal, en los pasillos del Parlamento Vasco, se ha referido a la presentación hoy en Bilbao de los estatutos del nuevo partido de la izquierda abertzale que incluyen la expulsión de los militantes que incumplan el artículo 9 de la Ley de Partidos, que establece que una formación puede ser ilegalizada por justificar, fomentar o apoyar políticamente el terrorismo.

Ha recordado que desde 1998, desde la Declaración de Estella, los dirigentes de la ilegalizada Batasuna llevan afirmando que apuestan por las vías políticas, pero ETA "ha seguido extorsionando y asesinando y esos dirigentes han seguido apoyando la acción terrorista".

"Desde que los jueces pudieron demostrar que Batasuna forma parte del entramado terrorista -ha añadido- han tratado de burlar la ley, de engañar a la ciudadanía y de buscar subterfugios para colarse en las elecciones".

A juicio del secretario general del PP vasco, con el acto de hoy, la izquierda abertzale sigue sin "desmarcarse de ETA, ni plantea una disolución definitiva de la organización terrorista ni descarta que pueda actuar en el futuro".

Oyarzábal ha asegurado que lo que hay es una "estrategia para que una parte de ETA vuelva a las instituciones mientras que otra parte de ETA siga extorsionando y chantajeando a la sociedad vasca".

Tras criticar que no se haya reconocido "el daño causado" durante décadas de violencia, el secretario general de los populares vascos ha pedido que "nadie se deje engañar" y "responsabilidad al Gobierno para que cumpla con su obligación".

"Esto es una sucesión de Batasuna, esto no es más que una treta para colarse en las elecciones municipales y por eso hay que tener la seguridad de que se están moviendo porque la Ley de Partidos y la política de exigencia democrática está dando resultados", ha recalcado.

Ha concluido que la izquierda abertzale no puede presentarse a las próximas elecciones, porque eso sería un "error" que haría tener que esperar una o dos décadas más para terminar con el terrorismo.