Luis María Lizarralde, a quien hoy la Audiencia Nacional ha otorgado el régimen de semilibertad tras un largo periodo de arrepentimiento, es el último ex etarra en sumarse al grupo de presos de la cárcel alavesa de Nanclares de la Oca que en el último año se han visto acogidos a este beneficio penitenciario. En la misma situación se encuentran ya otros cuatro internos que siguieron el mismo camino de distanciamiento de la banda terrorista ETA.

Según los datos recogidos por Europa Press este grupo de cinco lo completan Fernando de Luis Astarloa, desde el mes de mayo; Andoni Muñoz de Vivar, desde junio; José Luis Álvarez Santacristina, alias ''Txelis'', desde octubre y José Manuel Fernández Pérez de Nanclares, desde diciembre. Todos ellos accedieron a este beneficio tan sólo unos meses después de ser trasladados al penal alavés donde el Ministerio del Interior agrupa a los presos por terrorismo que han acreditado su rechazo a la violencia.

Todos ellos se encontraban en el Segundo grado penitenciario antes de acceder a la semilibertad que se otorga en virtud del artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario y que les permite abandonar la cárcel durante unas horas todos los días excepto los fines de semana.

Para ello tienen que contar con el visto bueno de la Junta de Tratamiento de la cárcel y del juez de Vigilancia Penitenciaria previo informe de la Fiscalía. Entre los requisitos necesarios deben haber cumplido al menos la mitad de la condena y haber acreditado un comportamiento de buena conducta y arrepentimiento de su pasado.

CURSOS DE FORMACIÓN Y EMPLEO

Durante sus salidas diarias participan en cursos de formación y desempeñan algún empleo con vistas a su reinserción. En algunos casos se trata de trabajos remunerados por los que los presos pueden contribuir a subsanar la responsabilidad civil derivada de sus acciones terroristas. Es el caso de ''Txelis'' quien actualmente imparte clases de euskera en un colegio de Vitoria a padres de alumnos.

El mero hecho de solicitar este tipo de beneficios penitenciarios ya supone un claro desafío a la férrea disciplina que ETA impone --cada vez con menor éxito-- a sus presos en la cárcel en las que prohíbe optar a cualquier medida de libertad al entender que es propia de internos comunes y no de presos políticos.

Además, dependientes de la cárcel de Nanclares de la Oca también hay otros casos anteriores en situación parecida o similar. Uno de ellos es Ángel Carlos Figueroa, quien cumple la pena en su casa por motivos de salud (también en aplicación del 100.2) desde noviembre de 2008.

Precisamente también hoy la Audiencia Nacional le ha negado un permiso de varios días para poder abandonar su domicilio sin ningún tipo de control al entender que no muestra ningún arrepentimiento de su pasado terrorista pese a que contaba con el respaldo de la cárcel y el fiscal. Una prueba de su nulo arrepentimiento es el hecho de que Figueroa es de los pocos presos dependientes de Nanclares que ETA mantiene en su Colectivo de Presos.

Desde 1999, el también ex etarra Miguel Simón de Eguilaz Bergoa se encuentra en régimen abierto (tercer grado penitenciario) por lo que tan sólo tiene la obligación de acudir a la cárcel para dormir. Esta situación fue autorizada hace más de una década por el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Bilbao dado que entonces esta figura no estaba centralizada.

DÍAS DE PERMISO

Uno de los termómetros que la Junta de Tratamiento suele emplear a la hora de valorar la evolución de los presos terroristas son los permisos penitenciarios de varios días. Un preso en segundo grado tiene la posibilidad de disfrutar de hasta 36 días de permiso al año fuera de la cárcel a repartir entre un máximo de 6 cada trimestre en la mayoría de los casos.

En la actualidad hay varios presos en Nanclares que se acogen a este tipo de permisos con la esperanza de algún día acogerse también a la situación de semilibertad. Sólo en las últimas semanas gozaron de varios días de permiso presos como Koldo Martín Carmona o Jesús García Corporales.

El histórico etarra Kepa Picabea es otro de los que ha disfrutado al menos de tres periodos de permiso de libertad entre el 5 y el 8 de octubre de 2009, entre el 6 y el 9 de abril de 2010 y entre el 10 y el 13 del pasado mes de julio. En diciembre la cárcel de Nanclares aprobó un cuatro permiso de cuatro días para él, según informaron a Europa Press fuentes penitenciarias.

También por razones de salud actualmente cumplen condena en su domicilio otros siete etarras dependientes de otras cárceles y que se mantienen en la disciplina de ETA. Se trata de Bautista Barandalla, José Luis Elkoro, Belén González Peñalva, Mikel Gil Cervera, Marilo Gorostiaga, Mikel Ibáñez, Juan José Rego Vidal.