El presidente catalán, Artur Mas, ha puesto en marcha la maquinaria para negociar con el Gobierno una solución para el déficit catalán entre reproches al Ejecutivo por tratar de endosar a las comunidades el problema del déficit del conjunto de las administraciones.

Mas ha comparecido hoy en el Parlamento catalán para dar cuenta de la composición del nuevo Govern, y ha aprovechado su intervención para dejar claro que no es "responsable" de la situación de las finanzas de la Generalitat, aunque ha subrayado que no rehuirá este problema y ha pedido ayuda a la oposición en esta tarea.

De entrada, el presidente ha avanzado que el presupuesto para 2011 que debe elaborar el nuevo Govern contará con un 10% menos de recursos que el de 2010, el último elaborado por el tripartito.

Mas, que ha culpado del déficit con el que cerrará 2010 la Generalitat al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y al tripartito, ha criticado que el Ejecutivo central "amenace" a las autonomías con no autorizar deuda y que a la vez les achaque el problema del déficit en una especie de "ecuación diabólica".

El presidente catalán ha dado por supuesto que la negociación con el Gobierno del problema del déficit será "difícil", pero ha destacado que el Govern "sabrá defenderse".

En este contexto, el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, y el conseller de Economía de la Generalitat, Andreu Mas-Colell, mantuvieron un primer encuentro la semana pasada, según han asegurado fuentes conocedoras de la reunión.

De hecho, Mas ha puesto de manifiesto que es crítico con los resultados del nuevo modelo de financiación y ha reclamado al Gobierno 1.000 millones de euros correspondientes al fondo de competitividad que han desaparecido de los Presupuestos del Estado, ha denunciado.

Por su parte, los principales partidos de la oposición, PSC y PP catalán, se han mostrado dispuestos a ofrecer a Mas la ayuda que ha pedido para estabilizar las finanzas de la Generalitat, pero le han lanzado algunos reproches.

El presidente del grupo del PSC, Joaquim Nadal, ha garantizado a Mas que tendrá la ayuda del PSC si hay embestidas contra Cataluña, pero le ha pedido que no "fabrique conflictos ni busque responsabilidades fuera".

El PPC ha reprochado el discurso soberanista de Mas en las últimas semanas pero ha ofrecido su apoyo al presidente si toma decisiones para atajar el déficit.

Si Mas ha dedicado una parte de su discurso a defender la estructura de su Govern, la oposición ha reprochado al presidente las competencias que acumula en el área de Presidencia y el nombramiento de Josep Antoni Duran Lleida como presidente de las comisiones mixtas entre el Estado y la Generalitat.

Por su parte, el secretario general de ICV, Joan Herrera, ha reclamado a Mas que lidere un gobierno de "sensibilidad social" y no uno que sea amigo de los ricos o de los negocios, "business friendly", ha asegurado, un comentario que ha molestado a Mas.

ERC, que da cien días de gracia al Govern y está dispuesta a defender el autogobierno catalán ante cualquier ataque, y Solidaritat Catalana per la Independència, que ya hoy ha augurado el fracaso de la gestión de Mas, han censurado a la nueva consejera de Justicia, Pilar Fernández Bozal, por oponerse a la consulta soberanista de Arenys de Munt (Barcelona) en su etapa de abogada del Estado.

Mas ha salido en defensa de Bozal y ha apuntado que ella actuó siguiendo "órdenes", y por otra parte ha garantizado al PPC y a Ciudadanos que los recortes en la administración catalana seguirán para cuadrar las cuentas.