El secretario general del PSE de Guipúzcoa, Iñaki Arriola, se refirió ayer a la presunta trama de espionaje a políticos y empresarios en Álava por parte de miembros del PNV, para señalar que "las cabezas deberán rodar cuando haya conclusiones firmes, sentencias firmes y unas pruebas contrastadas" sobre estos hechos y no "todo no sean sospechas".

"Me parece muy grave que, además, se pueda haber estado utilizando a gente de la Ertzaintza para estar espiando e investigando a miembros de partidos democráticos", afirmó.

Por su parte, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, advirtió de que "se ha equivocado de lugar y sobra en el PNV" todo aquel militante que se dedique a "espiar, a valerse de información sobre cuestiones de índole personal para su utilización política".

A su juicio, es "ética y políticamente repudiable" este tipo de actuación, opinión que comparte "el cuerpo social del PNV", cuyos integrantes están "en política para servir", dijo.