La Junta Directiva del Partido Popular de la Región de Murcia exigió ayer la dimisión del delegado del Gobierno en la Comunidad, Rafael González Tovar, a quien acusa de "dejación de funciones, interesada" tras la agresión sufrida ayer por el consejero de Cultura, Pedro Alberto Cruz. Los populares han reaccionado con indignación ante este suceso. Su presidente, Mariano Rajoy, aseguró que la agresión es el "último y más grave" episodio de una campaña de acoso contra el Gobierno murciano, que se ha venido desarrollando en los últimos días ante la "pasividad" del Ministerio del Interior.

El titular de Cultura de Murcia, que fue agredido en la tarde del sábado cuando salía de su casa por tres personas que le golpearon en la cara con un puño americano, evoluciona favorablemente en el hospital Reina Sofía tras la intervención quirúrgica a que fue sometido como consecuencia de lesiones en hueso malar y suelo orbitario izquierdo.

Según el parte médico emitido ayer, "el paciente ha pasado la noche en el servicio de reanimación, evolucionando favorablemente y esta mañana (la de ayer) la revisión y exploración de sus lesiones indican que la intervención ha conseguido los fines que se deseaban, habiendo sido trasladado a planta de hospitalización" y "aunque el pronóstico es reservado su evolución es favorable".

Mientras tanto, la policía continúa su investigación para detener a los autores de la agresión, tres hombres de entre 25 y 30 años, sin que hasta ahora haya habido "novedades", informaron a Efe fuentes de la Delegación del Gobierno.

La dirección del PP murciano, reunida bajo la presidencia del presidente regional y del partido, Ramón Luis Valcárcel, expresó "su más enérgica repulsa y condena del repugnante y brutal atentado" contra Cruz.

Después de agradecer las muestras de solidaridad que ha recibido, el partido "recuerda" que "algunos de los que ahora condenan este repulsivo acontecimiento han puesto en la diana en los últimos días a representantes del Ejecutivo regional y del PP", en alusión a las críticas y movilizaciones suscitadas por los recortes aprobados por el Gobierno autónomo que afectan a los empleados públicos.

Tras considerar que "existe una espiral de actos violentos que no ha sido cortada", el PP solicitó la dimisión de González Tovar como máximo responsable de la seguridad en la Región por "hacer dejación de funciones interesada" y citó la manifestación del 22 de diciembre frente al domicilio de Valcárcel, donde no "garantizó su seguridad ni la de su familia".

El PP también ha acusado de "hipocresía" al PSRM-PSOE, argumentando que dirigentes de este partido han participado en las manifestaciones de las últimas semanas convocadas por los sindicatos contra los recortes, en las que "se han producido actos vandálicos y violentos" y convertido "al consejero Cruz en el blanco de las iras a través de mentiras y manipulaciones".

Al respecto, dijo que para esas manifestaciones "se han confeccionado dianas en las que se ha colocado el retrato de una persona que, casualidades de la vida, ayer (por el sábado) fue agredido", en alusión a Cruz. Valcárcel también se refirió a correos electrónicos recibidos por Cruz con insultos y amenazas, y afirmó que, después de la agresión, "el menos grave" decía "jódete consejero cabrón, el próximo objetivo es la hija de Valcárcel".

Cruz fue visitado por el delegado del Gobierno, Rafael González Tovar, quien mostró su preocupación "por la grave y cobarde agresión". El Gobierno, los partidos políticos, organizaciones patronales y sindicales, universidades, y colectivos culturales y sociales han condenado la agresión y han pedido el rápido esclarecimiento de los hechos y la detención de los autores. Los sindicatos han puesto el acento en su rechazo a que se relacione la agresión con los empleados públicos de la Comunidad Autónoma.