El portavoz del sindicato USCA, César Cabo, ha asegurado este viernes que la normalidad continuará en todos los aeropuertos españoles a partir de mañana, fecha en la que finalizará el estado de alarma, como "es habitual", y ha destacado que el trato de los militares ha sido de "absoluto respeto".

"Sin inmiscuirse en nuestro trabajo han estado presentes en todos los cambios de turno", ha explicado en un encuentro digital en Antena3 TV.

Cabo ha incidido en que lo que ocurrió el pasado 3 de diciembre, cuando los controladores abandonaron masivamente sus puestos de trabajo, fue "una situación excepcional", provocada "tras meses de decretos y cambios constantes de las condiciones laborales" del colectivo.

"El cierre del espacio aéreo no fue una decisión de los controladores sino de AENA y es algo totalmente anómalo", ha insistido.

Preguntado por quién pagará los daños ocasionados no ya a las aerolíneas y sector turístico, si no a los más de 600.000 afectados por el ''plante'' de los controladores, Cabo afirmó que serán los tribunales competentes los que tendrán que determinarlo, pero consideró que será un proceso largo que llevará "algunos meses".

El portavoz recordó que en las últimas dos décadas "no ha habido ninguna huelga" de control aéreo en España y señaló que los controladores están "luchando por recuperar la estabilidad laboral".

"Nos deniegan reducciones de jornada por maternidad, nos anulan vacaciones concedidas, nos obligan a trabajar en tus días libres bajo amenaza de expediente grave, no cuentan tus bajas por enfermedad en tu jornada laboral y trabajamos hasta 50 horas a la semana, mucho más que el resto de los controladores en Europa. Hemos sufrido una reducción superior al 50% y un recorte de derechos laborales sin parangón en la democracia", ha denunciado.

Cabo explicó que para ser controlador actualmente hay que pasar unas pruebas y pagar, si eres seleccionado, 40.000 euros por un curso de seis meses que antes era gratuito y con garantías de contratación. "Ahora no hay seguridad de ser contratado y AENA pretende contratar a tiempo parcial durante dos años con salarios que no se ajustan a la responsabilidad del puesto", indicó.

CONFÍAN EN NO TENER QUE ACUDIR AL ARBITRAJE.

En cuanto a la negociación que mantienen con AENA para la renovación del convenio, cuyo plazo termina el próximo 31 de enero, Cabo confió en que pueda cerrarse un acuerdo entre las dos partes "sin necesidad de recurrir al árbitro, Manuel Pimentel".

"Hemos aceptado el arbitraje como fórmula final para resolver el conflicto laboral. Si todo va bien, no será necesario recurrir a él y tendremos un convenio firmado el 31 de enero, esa sería la mejor noticia para todos, empezando por los usuarios", ha afirmado.

En caso de que esto no sea posible, Cabo indicó que los controladores acatarán "en cualquier caso la decisión del árbitro si entra en liza".

EL MODELO ACTUAL ES "MUY DISCUTIBLE".

En relación al modelo actual aeroportuario, reconoció que el actual es "muy discutible", ya que en España existen más aeropuertos que en el resto de países europeos y la mayoría "son y serán" siempre deficitarios.

Como ejemplo, se refirió al aeropuerto de Huesca, con una media de algo menos de 10 pasajeros al mes, o al de León, en el que se han invertido 80 millones de euros para una instalación "que nunca va a tener demasiados pasajeros".

Cabo opinó que el tráfico aéreo es "un servicio público" esencial para las islas pero "no tan necesario" en ciudades pequeñas. "Este número excesivo de aeropuertos hace que la productividad de los controladores españoles sea más baja en comparación a Europa".